Héctor “El Güero” Palma, uno de los fundadores del cártel de Sinaloa, salió del penal de Almoloya de Juarez, en el Estado de México, luego que un juez ordenó su liberación; sin embargo, era esperado por agentes de la FGR para ser trasladado a la Ciudad de México, donde un juez federal lo requiere por otra causa penal.

Escoltado por un convoy de 40 vehículos, “El Güero” Palma es llevado a las instalaciones de la SEIDO.

El sábado pasado, Palma fue absuelto del delito de delincuencia organizada, por lo que el Juzgado Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales en Jalisco ordenó su inmediata libertad únicamente por el delito y causas referidas.

Los testigos protegidos que la Fiscalía General de la República (FGR) presentó en el caso de Héctor El Güero Palma, para demostrar que era integrante del cártel de Sinaloa y fincarle delitos de delincuencia organizada en su hipótesis de delitos contra la salud, no acudieron a ratificar sus declaraciones ante el juez, lo que fue clave para que el capo obtuviera su libertad.

Así se lee en la sentencia firmada por Víctor Francisco Chávez Romero, secretario en funciones del juzgado Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales del estado de Jalisco.

En el expediente de 279 páginas, y al que El Sol de México tuvo acceso, el juez explica que las declaraciones de los testigos protegidos con nombre clave “Cesar” y “Julio”, no se presentaron a carearse con el Güero Palma, debido a que no fueron localizados, ni fueron presentados por el fiscal federal para reiterar, ratificar o aclara sus declaraciones.

En el caso del Julio declaró en agosto de 2001 que, en 1989, conoció a “El Colo”, por medio del Chapo Guzmán cuando éste era socio de “El Güero Palma”, quien cobraba cuentas y mataba gente por órdenes de Palma y el Chapo.

Sostiene que en 1996 “El Güero Palma” mandó a “El Colo” a matar al subdirector de la Policía Judicial del Estado de Nayarit por sospecha de que quería entregar a su gente a los Arellano Félix.

Menciona también a “El Pony”, a quien lo vio de 1994 a 2000, en compañía de “El Colo”, quien quedó a cargo de los negocios del tráfico de droga luego de la detención de “El Güero Palma”, quien manejan el negocio de narcotráfico en Nayarit, Guadalajara y Michoacán.

En la narración se develan traiciones y complicidades, como el robo de cargamentos de cocaína lo que desató una guerra entre carteles de la droga.

“En atención a todas esas manifestaciones, debe destacarse que las copias autorizadas de las declaraciones ministeriales de los testigos colaborados antes aludidas, en las que generan imputaciones directas contra el acusado, no fueron sostenidas ni ratificadas en la preinstrucción e instrucción de la causa, y tampoco se desahogaron sus ampliaciones o careos con el activo del delito, ante la imposibilidad material de lograr su comparecencia ante la sede judicial” señaló el juzgado.

¿Quién es “El Güero” Palma?
“El Güero” Palma nació en La Noria de Abajo, municipio de Mocorito, Sinaloa, donde conoció a Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Jefe de Jefes”, quien lo reclutó como sicario. Ahí conoció a Joaquín El Chapo Guzmán.

Héctor Palma actualmente tiene 80 años y es considerado uno de los fundadores del Cártel de Sinaloa, junto a El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo Zambada.

Fue detenido en junio de 1995 entre los límites de Jalisco y Nayarit, cuando el jet en el que viajaba se estrelló y resultó herido. Fue el zar antidrogas, el general Jesús Gutiérrez Rebollo, quien concretó la detención.

Al momento de su captura el capo se había quedado al frente del cartel de Sinaloa, luego de la detención, dos años antes, de Joaquín Guzmán Loera en la frontera de México con Guatemala.

En esos años, Héctor Palma sostenía un enfrentamiento con la organización de los hermanos Arellano Félix, que ordenaron ejecutar a su esposa y dos hijas, tirándolas de un puente en Venezuela.

En venganza, Palma ordenó el asesinato de nueve amigos y familiares del Miguel Ángel Félix Gallardo, incluida su suegra.

Al momento de su detención, Héctor Palma tenía nueve órdenes de aprehensión por narcotráfico, homicidio y usurpación de funciones y fue condenado a siete años de cárcel en el penal de alta seguridad de Puente Grande, en Jalisco.

Posteriormente, en 2007, fue extraditado a Estados Unidos, donde una corte lo encontró culpable de traficar cocaína y condenado a 16 años de prisión.

Solo cumplió nueve años, ya que el Buró de Prisiones de Estados Unidos decidió ponerlo en libertad por buen comportamiento y le tomó en cuenta los cinco años que el capo permaneció preso en México.

El 15 de junio de 2016 fue deportado a México, donde fue acusado del asesinato de dos policías en Nayarit, proceso que aún está en desahogo judicial.