El presidente Andrés Manuel López Obrador convocó esta mañana su conferencia de prensa en instalaciones del Sexto Grupo Aéreo, en la ahora conocida como Base Aérea número 19, antes Hangar Presidencial, y con el fondo del lujoso avión presidencial, adquirido por Felipe Calderón y utilizado por Enrique Peña Nieto durante su gestión.
A la conferencia ingresaron sólo 15 reporteros, además de seis camarógrafos y 20 fotógrafos, éstos últimos por goteo.
En el escenario de la conferencia se colocó como fondo la aeronave, que López Obrador ha definido como un “palacio para los cielos”.
La Fuerza Aérea Mexicana trajo de regreso el miércoles pasado el Boeing 787-8 José Ma. Morelos y Pavón (TP-01), tras haber estado 19 meses para mantenimiento en Victorville, California, Estados Unidos.
Hoy los medios de comunicación harán un recorrido por la aeronave y tendrán acceso a los espacios donde viajaba el presidente Peña Nieto y su comitiva durante la segunda parte del sexenio pasado, único periodo en el que se mantuvo la nave en operación.
El avión comenzó a volar con carácter oficial en febrero de 2016 y cesó a finales de noviembre de 2018, al concluir el gobierno de Peña Nieto.
Desde muy temprano se manifestaban a la entrada del ex Hangar Presidencial un grupo de sobrecargos jubilados de Mexicana de Aviación.
Fausto Guerrero Díaz, presidente de la Asociación de Jubilados, Trabajadores y ex Trabajadores de la Aviación Mexicana, planteó desde ayer que aprovecharían la visita del presidente para exponer la situación económica de los trabajadores en retiro en medio de la pandemia, ya que en agosto cumplen 10 años que no reciben su pensión vitalicia.
La aeronave fue adquirida a finales del sexenio de Calderón y en su momento tuvo un costo de 218 millones de dólares.
Sin embargo, llegó a México a 2016, por lo que fue utilizado unicamente por Peña Nieto. Para el actual mandatario, su compra es la muestra de los excesos y lujos gubernamentales en lo que llama periodo neoliberal y desde su campaña por la presidencia anunció la venta de un avión “que no lo tiene ni Donald Trump”.
De acuerdo a la información de la Presidencia, las dimensiones del Boeing 787-8 son 57 metros de largo por 60 metros de ancho, con una capacidad para el traslado de 80 personas, toda vez que se realizaron adaptaciones para que el área donde viajaba el presidente fuera espaciosa e incluyera una recámara y baño particular.