Estados Unidos confía en que Nicaragua regrese algún día a la “comunidad interamericana” y a la Organización de Estados Americanos (OEA), pero que lo haga con respecto al “desarrollo democrático” y no como una “dictadura“.
Así lo aseguró este viernes, 19 de noviembre de 2020, el encargado de Latinoamérica y el Caribe en la Casa Blanca, Juan González, después de que Nicaragua anunciara su decisión de retirarse de la OEA.
“Nosotros hemos visto la caída precipitada de Nicaragua hacia una dictadura. Se robaron la elección, eso no hay forma de negarlo”, dijo González, quien es el principal asesor para Latinoamérica del presidente estadounidense, Joe Biden.
González opinó que el mandato del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, “se parece más” de lo que a ellos “les gustaría admitir” al de la familia Somoza, contra la que el ahora mandatario y los sandinistas lucharon hace cuatro décadas.
“Nos gustaría que Nicaragua regrese a la comunidad interamericana, (pero) siempre respaldando los valores y los principios a los cuales todos nos inscribimos, que son el respeto del desarrollo democrático”, recalcó.
“Eso es lo fundamental, no es de izquierda o derecha, es democracia, es lo único en que nosotros insistimos como región”, concluyó.
El Gobierno de Nicaragua denunció este viernes, 19 de noviembre de 2021, la Carta de la OEA y anunció su salida de ese organismo, después de que este descalificara las elecciones generales del 7 de noviembre, en las que se impuso Ortega para un quinto mandato.
En su comunicación al organismo, Nicaragua acusó a la OEA de incumplir, desconocer irresponsablemente y trasgredir su propia Carta sobre el respeto a la igualdad soberana de los Estados, la no injerencia en los asuntos internos y la no imposición de medidas unilaterales, ilegales y coercitivas.
La decisión de Nicaragua se produce luego de que la 51 Asamblea General de la OEA, en una resolución aprobada el pasado viernes, 12 de noviembre de 2021, considerara que las elecciones generales que garantizaron la permanencia de Ortega en el poder “no fueron libres, justas ni transparentes y no tienen legitimidad democrática”.
La salida de Nicaragua de la OEA puede tomar por lo menos dos años en entrar en vigor, según la carta que rige a este organismo creado en 1948 y que tiene su sede en Washington.