Luego de que el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla haya acusado que empresarios aguacateros son los principales responsables de la sequía del Lago de Pátzcuaro, esta semana arrancó el operativo de seguridad contra el saqueo del agua, el cual incluye el uso de drones. 

En rueda de prensa el pasado lunes, el Mandatario morenista indicó que existen denuncias ciudadanas que así lo refieren y que ante esto, autoridades recurrirán ante la Fiscalía General de la República (FGR), y así también lo harán líderes de las comunidades indígenas de Pátzcuaro, Erongarícuaro, Tzintzuntzan y Quiroga.

“Hay que salvaguardar la riviera, y hay que decirlo, son dueños de huertas de aguacate, hay una situación de sequía y entonces de manera ilegal están sacando el agua para llenar sus ollas también ilegales”, sostuvo Ramírez Bedolla.

Ayer se tomó protesta al Comité Interinstitucional para la defensa del Lago de Pátzcuaro, integrado por 86 elementos de la Guardia Civil que hoy fueron observados vigilar en tierra y mediante drones el lago.

De acuerdo con lo informado por autoridades, las tareas de vigilancia serán de 24 horas, y se patrullarán las inmediaciones del afluente para inhibir el saqueo del recurso que ascendía a miles de litros de agua a la semana.

En el cuidado del lago, además del Gobierno del Estado, participarán municipios y representantes comunales.

Los trabajos se realizan a través del Agrupamiento Lacustre, en coordinación con autoridades municipales de Tzintzuntzan, Quiroga, Erongarícuaro y Pátzcuaro.

La supervisión se reforzará en los puntos señalados por pobladores como focos rojos, donde se privilegiará el uso de drones.

En ello, también se contará con el apoyo Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Comisión Estatal de Aguas y Gestión de Cuencas (CEAC), la Secretaría de Medio Ambiente (Secma) y la Comisión de Pesca (Compesca) con acciones como eliminación de la maleza que obstruye los canales.

El mes pasado, expertos y activistas alertaron que ante los niveles de erosión que registra el Lago de Pátzcuaro urgía una solución efectiva, al advertir que de lo contrario, éste podría desaparecer en 2030.