En el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, decenas de turistas sudamericanos, en su mayoría venezolanos, denuncian que están siendo retenidos durante días en oficinas migratorias; otros lograron evitarlo pagando mil dólares a gestores que les garantizan no ser detenidos.

Desde hace dos semanas, Francisco Colina, venezolano de 41 años de edad, se encuentra retenido junto a otros turistas sudamericanos en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México; denuncian que fueron inadmitidos por el Instituto Nacional de Migración.

Francisco salió de Venezuela el 1 de diciembre para pasar la Navidad en la Ciudad de México junto a su hijo, residente permanente desde hace seis año.

“Me dijo que abordó el avión, nunca salió, nunca tuve comunicación con él, prácticamente están secuestrados por una institución del Estado”, comentó Yuner Colina, hijo de venezolano retenido.

Dice que tres días después pudo hablar con su padre, gracias a que uno de los venezolanos escondió el celular y fue quien documentó el cuarto donde los tienen retenido.

“Me dijo que aterrizó; en los filtros de migración, nada más cuando vieron su pasaporte lo pasaron a un cuarto, no le hicieron preguntas previas, no le hicieron segunda revisión, él traía toda la documentación que pide la ley”, dijo Yuner Colina.

Los sudamericanos retenidos en el aeropuerto, así como los deportados, señalan abusos por parte de personal del Instituto Nacional de Migración. El cuarto donde pueden pasar semanas retenidos, y que pertenece al aeropuerto, no tiene categoría de estancia o estación migratoria.

Héctor cuenta que pasó dos semanas retenido en el aeropuerto de la Ciudad de México, sin poder avisarle a su familia.

“Ya pues llegamos al aeropuerto, después de eso fue lo peor. La primera noche nosotros pasamos en el piso sin ni siquiera una cobija, en ningún momento a uno lo tratan bien ni lo tratan con respeto, lo tratan a uno como un criminal”, narró Héctor, repatriado venezolano.

Mientras tanto, Jesús de 23 años, originario de Colombia, denuncia que a su llegada a México fue extorsionado por personal de migración.