Desde Puebla, el Presidente Andrés Manuel López Obrador condenó el “atroz y abominable” crimen contra el juez federal Uriel Villegas Ortiz y su esposa, ocurrido el martes en Colima, y advirtió que habrá castigo a los responsables.

Al iniciar su conferencia matutina en las instalaciones militares en la capital del estado, el primer mandatario hizo un llamado a los tres Poderes de la Unión a cerrar filas para que estos crímenes no se repitan y nunca más se den este tipo de hechos.

“Desde luego que es un crimen atroz, condenable, y ya estamos trabajando de manera conjunta el Poder Judicial, la Fiscalía General de la República y el Poder Ejecutivo, para castigar a los responsables; ya se está actuando y nuestro más sentido pésame por este abominable crimen”.

López Obrador refrendó su compromiso de seguir enfrentando a la delincuencia de manera conjunta con la Fiscalía General, el Poder Judicial y el Gobierno de la República, donde, aseguró, “hay buenas relaciones”.

Refirió que se continuará informando por parte de la FGR que ya atrajo el caso del crimen del juez Villegas, así como el avance en las investigaciones por parte del Poder Ejecutivo.

En su momento, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien acompañó al Presidente de México en su gira por Puebla, consideró que el juez Uriel Villegas fue asesinado por hacer su trabajo, en el que tenía algunos juicios de personajes de la delincuencia organizada.

“Esto ha sido sumamente muy difícil; yo conocí a este juez, y decirles que trabajaba haciendo su trabajo y murió por hacer su trabajo y lo estaba haciendo muy bien.

“Es muy lastimosos para todos los que tenemos un cariño muy especial por el Poder Judicial; para mí ha sido un asunto muy triste y penoso; mi solidaridad a la familia”, aseveró la encargada de la política interior del país.

Luego de expresar sus condolencias a familiares y amigos de Villegas Ortiz, quien dejó en la orfandad a dos niñas pequeñas, Sánchez Cordero garantizó que se avanzará en las investigaciones de estos hechos..

Ante la insistencia de los representantes de medios de comunicación por este tema, López Obrador dejó claro que el asesinato del juez Villegas Ortiz no representa un acto de intimidación para su gobierno.

“No vamos nosotros a ceder ante ninguna amenaza, intimidación, nada nos va a detener para limpiar de corrupción al país, que haya justicia y se garantice la paz”.

Refirió que hoy existe una línea marcada entre el Gobierno de la República y la delincuencia organizada para que no haya contubernio entre criminales y la autoridad, como era antes de que no había fronteras, “no se sabía dónde terminaba la delincuencia y dónde comenzaba la autoridad”.

Villegas Ortiz fue asesinado junto con su esposa el día de ayer antes del mediodía en su domicilio del estado de Colima, lo que provocó la indignación del Poder Judicial, que advirtió que ese tipo de hechos no los va a intimidar.