La pérdida del gusto y del olfato se han añadido a los síntomas del coronavirus en el Sistema Nacional de Salud británico (NHS, por sus siglas en inglés) y se suman así a la fiebre y a la tos como indicios de padecer la COVID-19.

Esto puede significar que entre 50 mil y 70 mil personas podrían estar enfermas sin saberlo y, por lo tanto, no permanecer en rígido aislamiento, según el profesor Tim Spector del King’s College.

El también director del Departamento de Epidemiología Genética en esta universidad criticó al Gobierno británico por animar a la población a volver al trabajo pese a fallos en la monitorización y el rastreo de síntomas adicionales a la fiebre y la tos.

Lo hizo tras publicar un estudio la semana pasada que concluía que dar positivo en coronavirus era tres veces más habitual que el negativo en personas que decían haber perdido el gusto o el olfato. Además, hace semanas, la Organización Mundial de la Salud incluyó estos síntomas entre los “poco comunes” ocasionados por la COVID-19.

En declaraciones a medios locales este lunes, el director médico adjunto de Inglaterra, el profesor Jonathan Van-Tam, indicó que quien perciba un cambio en sus sentidos deberá permanecer en confinamiento durante siete días para reducir el riesgo de contagio. Si la persona en cuestión vive en un piso compartido, el resto de miembros del hogar tendrán que quedarse en casa dos semanas, una más que el posible enfermo, aunque no tengan síntomas.