El parlamento de Surinam eligió este domingo a Jennifer Geerlings-Simons como la primera mujer presidenta del país sudamericano, luego de que se postulara sin oposición tras una alianza parlamentaria formada para desplazar al actual mandatario.
Lawmakers elected Jennifer Geerlings-Simons as Suriname's first woman president on Sunday, after her party won the most seats in legislative elections in May.https://t.co/PopikvEudR pic.twitter.com/Iw7bnUZUfT
— AFP News Agency (@AFP) July 6, 2025
Geerlings-Simons, médica de 71 años y líder del Partido Nacional Democrático, será juramentada el próximo 16 de julio, en un momento clave para el país, que espera beneficiarse en los próximos años de la explotación de nuevos yacimientos de petróleo en alta mar, con producción estimada para 2028.
“Soy consciente de que la pesada tarea que he asumido se agrava aún más por el hecho de que soy la primera mujer en servir al país en esta posición”,
declaró tras ser electa.
Cambio de liderazgo tras crisis política
El Parlamento surinamés elige a su presidente por voto de dos tercios. Tras las elecciones de mayo, que no arrojaron un ganador claro, el partido de Geerlings-Simons logró formar una coalición legislativa para desbancar al actual presidente Chandrikapersad Santokhi.
Durante su mandato de cinco años, Santokhi enfrentó escándalos de corrupción y recurrió al Fondo Monetario Internacional (FMI) para estabilizar la economía, lo que implicó medidas de austeridad como:
- Reducción de subsidios gubernamentales
- Reestructuración de la deuda pública
Aunque los indicadores macroeconómicos mejoraron, las decisiones provocaron descontento social y protestas violentas.
Prioridad: estabilizar la economía
Acompañada de su vicepresidente electo, Gregory Rusland, la nueva presidenta afirmó que su gobierno priorizará la estabilización de las finanzas públicas.
Entre sus propuestas figura mejorar la recaudación de impuestos, especialmente en sectores como la minería de oro a pequeña escala, para aumentar los ingresos del Estado.
Sin embargo, los desafíos son considerables. Según el economista Winston Ramautarsingh, el país enfrenta pagos de alrededor de 400 millones de dólares anuales en préstamos e intereses.
“Surinam no tiene ese dinero. El gobierno anterior reprogramó las deudas, pero eso fue solo un aplazamiento”,
advirtió Ramautarsingh.