En un debate en la Asamblea General sobre la situación en Oriente Medio, el titular de la ONU recordó a israelíes y palestinos que no hay justificación alguna, ni siquiera la lucha contra el terrorismo o la defensa propia, para que las partes en conflicto abdiquen de sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario de proteger a los civiles.
Tras diez días de un peligroso y terrorífico aumento de violencia con resultados fatales en los Territorios Palestinos Ocupados, especialmente en Gaza, y en Israel, el secretario General de la ONU volvió a pedir este jueves un cese inmediato de los combates.
“Pido a todas las partes para que cesen las hostilidades, ahora. Reitero mi llamamiento a todas las partes para que cesen el fuego inmediatamente”, resaltó António Guterres ante los Estados miembros reunidos en la Asamblea General que hoy debatió la cuestión de Palestina y la situación en Oriente Medio.
También manifestó sentirse “tremendamente consternado” por los continuos bombardeos aéreos y de artillería de las Fuerzas de Defensa israelíes en Gaza y cifró en 208, entre ellos 60 niños, el número de palestinos fallecidos junto a miles de heridos.
Al mismo tiempo, consideró “inaceptable” el continuo e indiscriminado lanzamiento de cohetes hacia centros poblados de Israel por parte del grupo extremista Hamás y otros grupos militantes. Estos ataques han provocado al menos 12 víctimas mortales, entre ellas dos niños, y cientos de heridos.
Si hay un infierno en la Tierra, es el que viven los niños de Gaza
Guterres señaló que las hostilidades han provocado graves daños a infraestructuras civiles vitales en Gaza, como las carreteras y las redes eléctricas, contribuyendo a crear una emergencia humanitaria.
“Se han cerrado los cruces hacia Gaza y la escasez de electricidad está afectando al suministro de agua. Cientos de edificios y viviendas han quedado destruidos, dañados o inhabitables. Los ataques aéreos han dañado varios hospitales, que ya estaban escasos de suministros debido a los años de cierres debilitantes agravados por la pandemia de COVID-19”, enumeró.
Los combates también han dejado a miles de palestinos sin hogar, y han obligado a más de cincuenta mil personas a abandonar sus casas y buscar refugio en escuelas de la UNRWA- el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina-, mezquitas y otros lugares con escaso acceso a agua, alimentos, higiene o servicios sanitarios.
“Me han horrorizado las noticias de que nueve miembros de una familia fueron asesinados en el campo de refugiados de al-Shati. Si existe un infierno en la tierra, es el de la vida de los niños en Gaza”, sentenció.
Al mismo tiempo, mostró su preocupación por los ataques que finalizaron con la destrucción de las oficinas de medios de comunicación y el asesinato de un periodista en Gaza, e indicó que el trabajo de estos profesionales “se ha de proteger y respetar”.
Señaló su inquietud ante los daños que sufrieron las instalaciones de las Naciones Unidas en Gaza que son “inviolables, incluso durante los conflictos armados”, e informó que la UNRWA suministra agua potable, saneamiento y generadores eléctricos para las personas refugiadas en sus escuelas.
Acceso sin obstáculos para la ayuda humanitaria
En el apartado de ayuda financiera, Guterres desveló el próximo lanzamiento de un llamamiento humanitario “lo antes posible”, y que se liberarán 14 millones de dólares del Fondo Humanitario de los Territorios Palestinos Ocupados.
Calificó el acceso a los bienes humanitarios como “primordial” y destacó que los ataques de grupos militantes a las zonas que rodean los pasos fronterizos “son inaceptables”.
Asimismo, recordó a Israel que “tiene el deber de permitir y facilitar el acceso rápido y sin obstáculos de la ayuda humanitaria” – que incluye comida, combustible y suministros médicos- a Gaza.
“Mientras tanto, los cohetes disparados por militantes de Gaza han llegado hasta Tel Aviv y sus suburbios y el aeropuerto Ben Gurion, cobrándose vidas civiles, causando cientos de heridos y dañando propiedades residenciales y comerciales”.
La protección de civiles, una prioridad esencial
“Incluso las guerras tienen reglas. Lo primero y más importante es proteger a los civiles”, resaltó el Secretario General quien recordó que los ataques indiscriminados hacia ellos “suponen una violación de las reglas de los conflictos”.
“No hay justificación alguna, ni siquiera la lucha contra el terrorismo o la defensa propia, para que las partes en conflicto abdiquen de sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario”, destacó.
Por ello, instó a las autoridades israelíes a respetar las leyes por las que se rigen los conflictos armados, incluido el uso proporcionado de la fuerza, y les pidió que procedan con “la máxima moderación en la conducción de las operaciones militares”.
Asimismo, instó a Hamás y otros grupos militantes a acabar con el lanzamiento indiscriminado de cohetes y morteros desde barrios civiles muy poblados hacia centros poblados de civiles en Israel, en clara violación del derecho internacional humanitario.
La situación en Cisjordania es grave
El presidente de la Asamblea General, Volkan Bozkir, se unió a la petición de alto el fuego en Gaza, se sumó a la preocupación por la protección de los civiles y condenó todos los ataques contra ellos y los asaltos a los lugares de culto.
“Es particularmente desolador que la escalada de los ataques haya comenzado al final del mes sagrado musulmán del Ramadán. El asalto a la mezquita de Al-Aqsa, que es uno de los lugares más sagrados de la tierra para 1800 millones de musulmanes, fue espantoso. Insto una vez más a que se respeten todos los lugares de culto, incluida la mezquita de Al-Aqsa / Al-Haram al-Sharif”, solicitó.
Calificó de “grave” la situación en la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Oriental donde fallecieron 25 palestinos, entre ellos cuatro niños. Tres de estas víctimas mortales, entre ellas un niño, se produjeron en las últimas 24 horas.
“La violencia y la provocación en la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Oriental, deben cesar. Los palestinos no deben vivir bajo el temor permanente de ser desalojados de sus hogares debido a la expansión del colonialismo de los colonos en Cisjordania. El desalojo de palestinos de sus hogares en Sheikh Jarrah podría constituir un crimen de guerra según el derecho internacional. Los tribunales israelíes no tienen autoridad en el Jerusalén Oriental ocupado”, destacó.