El Consejo Coordinador Empresarial de Tijuana exigió solucionar la protesta de colonos que impide la distribución de combustible y restablecer la venta de diesel y gasolina en Tijuana, Playas de Rosarito y Tecate.
Señaló que un 50 por ciento de las gasolinerías no tiene suficiente producto y la sociedad se mantiene como “rehén”.
La manifestación de los colonos del ejido Maclovio Rojas comenzó la tarde del domingo pasado en demanda de regularizar la tenencia de la tierra.
Los inconformes mantienen un bloqueo en la planta de almacenamiento y distribución de Pemex, ubicada en Playas de Rosarito.
Carlos Jaramillo Silva, presidente del CCE, dijo que entre las tres ciudades son al menos 2 millones de habitantes afectados hasta el 24 de mayo, pues aún no hay solución.
“Hacemos un llamado a la autoridad federal, al ejido (Maclovio Rojas), a las personas que están bloqueando el acceso a Pemex que le den solución a esto, no podemos tener a estas ciudades de rehén en un conflicto político y que no abona al desarrollo social y económico de nuestra región”, dijo.
“Estamos en una situación muy complicada, que cada hora que pasa, cada minuto, se complica cada vez más, y es importante hacer el llamado a que negocien, pero que terminen y abran el acceso de Pemex, esto es atentar contra la cadena de suministros de esta ciudad”.
Roberto Vega Solís, presidente de Coparmex Tijuana, señaló que los empleados, proveedores y comercio en general tiene grandes complicaciones para transportarse.
“Tijuana es una ciudad de vocación de industria maquiladora, hay 800 plantas, todos los días producen y exportan, hoy hay cinco mil camiones que todos los días trabajan en una dinámica de cruce fronterizo y que hoy tenemos retrasada la operación, es un llamado, una exigencia unilateral del sector empresarial”, sentenció.
Gina Villalobos, presidenta de la Cámara Nacional del Comercio Pequeño (Canacope), mencionó que los 30 mil comerciantes en pequeño en Tijuana representan a alrededor de 150 mil familias y todas están afectadas.
“No pueden salir a surtir sus mercancías para entregar los alimentos de primera necesidad a las colonias”, subrayó.
“Estamos hablando de madres de familia que no pueden moverse con seguridad, no pueden confiar en extraños para cuidar a sus hijos, estamos hablando de una ciudad colapsada ante una medida que se torna desproporcionada”.
La empresaria acotó que no sólo el sector empresarial está siendo afectado, sino toda la sociedad.
“La medida de ese núcleo de población afectó en mayor grado a la población, a las ambulancias, servicios de salud están en peligro, no sólo es la iniciativa privada contra la ciudad, debe haber un equilibrio entre las partes, no está justificada esta violencia (de impedir el paso del combustible)”, puntualizó.