La política en seguridad de la 4T derivó en ocupación sistemática de territorios por parte del crimen organizado, advirtieron especialistas en seguridad pública.

Ante este escenario, Eduardo Guerrero, Ernesto López Portillo y Carlos Mendoza, expertos en temas de seguridad, urgieron a las candidatas y al candidato a la Presidencia de la República propuestas creativas basadas en la ciencia y la evidencia para arrebatar esos espacios a los cárteles y pacificar diversas zonas del País.

Xóchitl Gálvez, la candidata del bloque opositor, ofreció estar lejos de una guerra contra el narco, pero también de los “abrazos no balazos” mediante el fortalecimiento de las Policías locales; la morenista Claudia Sheinbaum propuso programas sociales para atender las causas de la violencia y el emecista Jorge Máynez, una política de seguridad ciudadana eficaz, con perspectiva de género y enfoque de derechos humanos.

“Estamos en un estado de rompimiento, de ingobernabilidad muy grave en varias zonas del País, donde ya no es un tema estrictamente de seguridad, sino de gobernanza democrática donde (el crimen) se está apoderando también de los órganos electorales a nivel estatal, donde están imponiendo candidatos, donde están teniendo control territorial, donde hay extorsión o cobro de piso. Esto es el corazón del problema y no veo en las propuestas claridad en el problema central”, alertó Guerrero, experto en seguridad y director de Lantia Consultores.

“Mientras no utilicemos la evidencia y las metodologías para evaluar las condiciones de las políticas públicas, sus procesos de implementación, presupuesto o resultados y su impacto, no habrá resultados. La médula del problema, es cómo ha ocupado los territorios la gobernanza criminal y ahí es donde preguntaría a las candidatas o candidato ¿Cómo definirían ese problema?”, planteó López Portillo, coordinador del Programa de Seguridad Ciudadana de la Ibero.

“Lo primero que se tiene que hacer es controlar el territorio y después hacer presencia, que el Estado haga presencia para poder emprender procesos de paz (en zonas tomadas por la delincuencia)”, urgió Mendoza.

“La narrativa de atender las causas (de la violencia)”, abundó el especialista, “ha sido muy banal hasta el momento. Implica una correlación directa entre, por ejemplo, falta de educación e inseguridad, problemas de pobreza e inseguridad y, por lo tanto, es atendido con políticas generales de salud, seguridad social, de atención a grupos menos favorecidos, como si eso fuera a resolver la inseguridad”.

Énfasis en impunidad

 La impunidad en el País es uno de los principales problemas que aprovecha el crimen organizado y sobre el tema los aspirantes a la Presidencia de la República tienen miras cortas, advirtieron.

“Queremos que (los aspirantes) nos expliquen cómo van a reducir la impunidad. Está en todos lados, es abrumadora, especialmente en los más graves delitos”, alertó López Portillo.

Guerrero indicó que en México ya existe un arraigo pronunciado de los criminales en las poblaciones.

“Están creando vínculos muy sólidos con liderazgos comunitarios, con liderazgos sociales en varias partes del País, cómo vamos a resolver esto, cómo vamos a erosionar estas bases que se han creado de mafias regionales, de bandas, y obviamente de los dos grandes cárteles con presencia nacional, ahí tiene que haber un planteamiento de carácter social que tiene que ir de la mano del fortalecimiento institucional”, dijo.

Para Carlos Mendoza se hace necesario aplicar la ciencia y la evidencia para crear frentes que sean eficientes contra el rezago judicial.

“Hay muchos centros de estudio que tienen un déficit, un adeudo con la sociedad mexicana en materia de investigación. Todos los candidatos han utilizado el concepto inteligencia, pero quisiera que no se redujera a labores de espionaje, sino como una extensión del conocimiento para uso más eficiente de los recursos públicos y dar resultados”, destacó.

“Si no hay explicaciones de métodos, los más básicos, nos van a quedar debiendo ‘el cómo'”, lanzó López Portillo.

El Ejército

Detallar el rol del Ejército en el próximo sexenio será fundamental en las ofertas de las candidatas y el candidato a la Presidencia de la República, anticiparon los expertos en seguridad.

“Me parece que ahí debe haber un giro, ojalá y conforme vaya avanzando la campaña vayan matizando cuál es el tipo de presencia que debe tener el Ejército, no es quitarlo, porque ha tenido una presencia desde hace décadas en el combate a la delincuencia, sino que pueda cumplir funciones particulares en las que contribuyan con sus aparatos de inteligencia criminal que permita judicializar y llevar ante los juzgados a las principales células delictivas”, consideró Mendoza.

López Portillo recordó que existen dos Guardias Nacionales: la que está en la Constitución y la que está en las calles e impulsó el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

“La segunda es militar, con el 80 o el 85 por ciento de efectivos militares. Lo que debe reconocer cualquier persona que busca la Presidencia es el tamaño del fracaso de las políticas públicas que han sido implementadas, y el fracaso incluye una evolución en la intervención militar que a esta altura nos permite decir que con los civiles ni con los militares, bajo estos formatos, nos ha llevado a la justicia y paz como la quisiéramos”, reprochó.

“Vamos a necesitar una fuerza que embone a las realidades regionales, vamos a necesitar mucha inteligencia para lo que viene”, acotó Guerrero.