Aprender a identificar las porciones necesarias de alimentos que necesita nuestro cuerpo es primordial para mejorar y mantener hábitos saludables que fortalezcan el organismo y evitar desarrollar o agravar enfermedades crónico-degenerativas, como diabetes, hipertensión, cardiovasculares, entre otras, que afectan a la población, señaló el director general del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Issste), Pedro Zenteno Santaella.

En el marco del Día Mundial de la Alimentación, el titular del instituto indicó que el personal de las unidades médicas está capacitado para orientar, apoyar y asistir a la derechohabiencia en procurar su bienestar. El gran reto y responsabilidad es promover la sana alimentación para combatir el sobrepeso y la obesidad.

Informó que las y los profesionales de la salud del Issste proporcionan tratamiento integral y personalizado a pacientes, a través de un equipo multidisciplinario conformado por personal médico, especialistas en nutrición y activadores físicos.

La nutrióloga adscrita a la Escuela de Dietética y Nutrición de la dependencia, Laura Morales García, explicó que una de las mayores afectaciones en el consumo de alimentos entre la población mexicana es el abuso de grasas:

“Son un tipo de alimento que, en poca cantidad, aportan un importante nivel de energía, pero si exageramos su consumo, se acumulan en nuestro cuerpo y a corto plazo puede afectar nuestro organismo.”

Indicó que las grasas, así como los aceites, mejoran el sabor de los alimentos; sin embargo, al igual que en todo tipo de comida, es importante moderar su consumo y combinarlos de manera en que nos nutran adecuadamente.

La especialista ejemplificó que la diferencia es que las grasas se presentan en estado sólido, como la mantequilla; y el aceite en líquido, como el de oliva. “No obstante, ambos aportan nutrimentos similares en el cuerpo”.

Cada uno de estos alimentos aportan diferentes tipos de este componente que pueden ser: saturadas e insaturadas. Las primeras son aquellas que se consideran más dañinas, por ejemplo: tocino y mayonesa, y las segundas son las saludables como el aguacate, almendras y nueces.

“¿Qué aportan las grasas insaturadas? Tienen un efecto protector a nivel cardiovascular, por lo que se recomienda consumir aceitunas, semillas de girasol, pepitas; también aceite de oliva, de preferencia como aderezo, y no calentarlo, ya que al ser sometido a altas temperaturas cambia su composición, volviéndolo saturado no saludable”, explicó Morales García.

Para generar un cambio favorable en el consumo de alimentos, la nutrióloga recomendó evitar comida que haya sido sometida a fritura, y usar una cucharadita para medir el aceite en lugar de dejarlo caer directo al sartén.

“Preferir el aceite de oliva u otros vegetales para cocinar, en lugar de manteca, aceite de coco o de palma, ya que los primeros aportan grasas insaturadas, mientras los segundos son una fuente saturada, así como consumir mantequilla en lugar de margarina”, detalló.

Puntualizó que, para llevar una alimentación saludable y adecuada a cada tipo de cuerpo y organismo, es fundamental acudir con especialistas en nutrición, quienes son los encargados de orientar para cambiar y modificar los hábitos hacia un estilo de vida saludable.