Un estudio meteorológico reveló con datos de los últimos 18 años que el lugar en el mundo con las más altas temperaturas a nivel de suelo está en México.

Es el Gran Desierto de Altar, parte del desierto sonorense que abarca dos terceras partes de sonora, parte del sur de Arizona, un pedazo de California y la península de Baja California, es un lugar árido donde llueve poco y la temperatura es elevada.

En mayo pasado, un estudio publicado en el boletín de la sociedad meteorológica americana, reveló que el desierto sonorense, donde se encuentra altar, es el sitio más caliente del mundo pues durante el verano de 2019 registró 80.8 grados centígrados de temperatura en el suelo.

“La temperatura máxima registrada aquí, en el aire y en la sombra, son 56.7 grados. Eso que se menciona la temperatura de 80 grados se refiere más bien en el suelo”, dijo Federico Godinez, exdirector de la reserva de la biosfera El Pinacate, Sonora.

Federico Godínez conoce bien la zona. Fue durante 10 años director de la reserva de la biosfera El Pinacate y Gran Desierto de Altar, que ocupa 1 millón de hectáreas dentro del desierto sonorense. A falta de agua, las especies que viven aquí han tenido que adaptarse.

“Esta vegetación subsiste no solamente por la precipitación, sino más bien por la influencia que tiene la humedad en la noche, en la madrugada el mar, el golfo de cortés”, agregó el exdirector reserva de la biosfera El Pinacate, Sonora.

Hay cientos de dunas de arena que asemejan a los desiertos asiáticos, también pueden observarse pequeños oasis donde crece vegetación de agua dulce.

“La fauna a través de miles de años, quizá millones, se ha adaptado. Como el berreado sonorense, el borrego cimarrón, varias especies, que no toman agua, su humedad, la absorben igual del ambiente o de la vegetación que comen cactus sobre todo”, insistió .

Los pocos asentamientos humanos en la zona están en lechos de ríos o sobre la costa del golfo de California y a pesar de las altísimas temperaturas, hay actividades en el desierto que atraen población, como a Erasmo Santiago. él mismo se define como Gambusino y se dedica a la minería artesanal, es uno de los pocos habitantes del ejido el bajío, en pleno desierto.

“No hay agua ni para tomar aquí, hay que traerla de fuera. Es muy difícil porque aquí hace mucho calor, y aquí solamente el que conoce el tiempo puede vivir. Pero él que no es algo también el tiempo muy traicionero”, concluyó.