Desde el lunes pasado, los comercios del primer cuadro de la Ciudad de México solo pueden atender bajo cita, mientras en calles como Correo Mayor, Academia y Corregidora, atrás de Palacio Nacional, en el Centro Histórico locales que no son esenciales operan sin medidas sanitarias, al tiempo que los comerciantes ambulantes se apoderaron de las calles ante la mirada de los policías.

“Lo único que está cerrado es la parte de la plancha nada más, ¿pero por ejemplo todos los comercios de acá? Nosotros solo tenemos la orden de cerrar lo que es alrededor del Centro”, dijo el oficial Rosas, de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, CDMX

Por ejemplo, en la calle de Corregidora, donde se surten las ferreterías y que permanece acordonada por la policía, los comerciantes idearon un operativo en el que representantes de las tiendas levantan los pedidos afuera del cordón policial en la calle de Academia. En este mismo sitio entregan la mercancía, lo que provoca aglomeración.

“¿Si yo le pido algo usted es la que pasa para allá?, sí, así se está trabajando. No me siento segura, honestamente no porque estamos ahora sí que en la aglomeración, pero que hacemos ahora sí que la necesidad nos hace trabajar”, dijo una empleada de ferretería.

“Está mal porque si hay más aglomeración, vine por un motor. No he podido pasar me dijeron que preguntara ahí ayer vine y todo estaba cerrado”, dijo el señor Daniel.

Comerciantes del Centro que sí respetan las restricciones dictadas durante el semáforo rojo, de atender únicamente bajo la modalidad de citas para recoger mercancías, reclamaron que no se aplique la ley a todos.

“Nada más se dirigen hacia nosotros saben que sí nos pueden multar o pueden hacer algo están aquí, por ejemplo en Corregidora hay mucha gente, Correo Mayor hay mucha gente y no se meten ahí. A ellos tampoco no los sancionan pero nosotros tantito no respetamos y ahí están”, refirió el señor José Martínez, gerente de restaurante, de la CDMX.

“Está difícil, no podemos vender aquí y no podemos dejar pasar. Sí, yo siento que es injusto que unos si estén vendiendo así descaradamente no siguiendo las normas y nosotros nos tenemos que adaptar a las normas es necesario porque hay muchos contagios”, enfatizó el señor Jesús Alejandro, empleado de tienda en la CDMX.