Locatarios y empleados de la calle República de Chile y Honduras en el Centro Histórico de la Ciudad de México, salieron a la calle con vestidos de novia y quince años, para pedir que se les permita volver a vender como lo hace el comercio ambulante en la zona.

Los maniquíes con vestidos de novia fueron colocados sobre las banquetas con la finalidad de que los locatarios y empleados se manifestaran, pues tras el cierre de sus locales, mil 500 familias que dependen del ramo, se encuentran en problemas económicos.

Rodolfo León, un hombre que confecciona vestidos de novia, aseguró que detrás de los locatarios, hay más gente encargada de la maquila, fabricación de accesorios, así como, talleres de costura, tela y accesorios.

“Lo que podemos perder es nuestra fuente de trabajo y no solo locatarios, hay gente tercera que son los que maquilan, fabrican todos los accesorios que llevan tanto vestido de novia, de Paje, de primera comunión, talleres de costura, telas, accesorios; estamos a punto de que nos den las gracias”.

Los manifestantes pidieron que se implemente una mesa de diálogo con las autoridades para establecer horarios y reabrir sus negocios.

Los locatarios aseguran que en los momentos en que se les permitió vender, tenían un aforo máximo de dos personas en sus locales, desinfectaban los vestidos que se probaban las novias y no permitían que se probaran más de dos.

Del mismo modo, dicen que ellos no son el foco de contagio y de seguir cerrados quebraran muchas tiendas, son alrededor de 600 establecimientos dedicados al ramo en el Centro Histórico de la Ciudad de México.