El COVID-19 detuvo al mundo. Aquellas actividades que se hacían de forma rutinaria dejaron de realizarse y pararon durante meses; sin embargo, en varios países poco a poco se comienzan a retomar, por supuesto respetando la ‘nueva normalidad’. Una de estas acciones son los conciertos y en Inglaterra se pudo disfrutar de uno de los primeros eventos musicales y las imágenes no dejan de ser sorprendentes.
En Inglaterra, específicamente en la ciudad de Newcastle, se realizó uno de los primeros conciertos con asistencia de público. Esto pudo ser posible en la Virgin Money Unity Arena (el primer lugar dedicado a la música socialmente distanciado del Reino Unido) donde la música y actuación del cantante Sam Fender ayudó para volver a reunir a la gente.
El concierto de Fender debía respetar las medidas sanitarias que la actualidad obliga. Por tal razón, los asistentes estuvieron al aire libre, fueron agrupados en grupos pequeños y alejados por algunos metros.
A diferencia de lo que se acostumbraba ver, los asistentes no estuvieron abarrotando el lugar, pues la capacidad era para 2,500 personas, y si bien podían estar en grupos pequeños (amigos o familia) de hasta cinco personas, estos estuvieron delimitados por barreras y a una distancia de dos metros cada uno. Además, cada espacio tenía su propia mesa y sillas, esto para disminuir el riesgo de contagio.
“Estamos encantados de participar en la recuperación de eventos de música en vivo a medida que comenzamos a salir del confinamiento”, dijo Helen Page, directora de marketing de Virgin Money, empresa que hizo posible el evento.
Además de las medidas establecidas, a los fanáticos se les solicitó llegar en automóvil, hubo un sistema unidireccional para inodoros, desinfectantes para manos y el personal tenían colocadas máscaras protectoras a todo momento.
Los conciertos vuelven poco a poco y, al menos durante unos meses, serán con medidas similares alrededor del mundo y la gente, parece, está dispuesta a adoptarlas.