El titular de Futbolistas Argentinos Agremiados, Sergio Marchi, dijo este martes que el ministro de Turismo y Deporte, Matías Lammens, suspenderá el futbol por el coronavirus (COVID-19) tras el pedido de los jugadores y entrenadores y la negativa de River Plate de jugar su partido del sábado.
“Lo va a anunciar Matías Lammens. Están terminando de redactar la resolución que yo ya conozco y ahora vamos a esperar los tiempos del Estado para que la den a conocer”, sostuvo Marchi al canal TyC Sports.
Horas después, la Superliga Argentina de Futbol publicó una carta enviada por Lammens en el que se suspende la práctica de este deportes hasta el 31 de marzo tras “haber recibido la preocupación de parte de Futbolistas Argentinos Agremiados”.
En el comunicado, el ministerio “recomienda” la suspensión de los entrenamientos por el mismo periodo.
El partido programado para esta noche entre Independiente y Villa Mitre por los treintaidosavos de final de la Copa Argentina se pospuso para el 1 de abril.
Este lunes por la noche se disputaron a puerta cerrada los encuentros Lanús-Argentinos Juniors y Rosario Central-Colón, que dieron cierre a la primera jornada de la Copa de la Superliga Argentina.
La gran mayoría de los jugadores y entrenadores manifestaron en los últimos días su malestar por verse obligados a jugar.
El sábado, River Plate decidió unilateralmente no presentarse a disputar su partido ante Atlético Tucumán y será sancionado por la Superliga.
El presidente de Argentina, Alberto Fernández, dijo este domingo que él prefería que los partidos se siguieran jugando, a puerta cerrada, porque eran “un divertimento” para quienes deben quedarse en casa para evitar la propagación del virus.
Horas antes de que Marchi revelara que el gobierno iba a suspender el futbol, Marcelo Tinelli, presidente de la Superliga, aseguró que estaba “absolutamente de acuerdo” con que “se pare el fútbol”.
“Si antes no lo hicimos fue por normas del Ministerio de Salud, que entendía que a puerta cerrada se podía jugar”, precisó.
Argentina era el único país sudamericano que todavía no había suspendido el futbol para evitar la propagación del COVID-19.