Afin de implementar una estrategia integral, incluyente, basada en las políticas de salud pública, que garantice los derechos humanos y la no criminalización, el Gobierno de la Ciudad de México presentó la Estrategia de Atención Integral del Consumo de Sustancias Psicoactivas.
En rueda de prensa, la directora del DIF de la Ciudad de México, Esthela Damián Peralta, informó que habrá dos modelos: el tradicional, en los Centros de Atención Primaria a las Adicciones (CAPA) para menores de 12 a 17 años; y el modelo de reducción de riesgos y daños, que atenderá a jóvenes a partir de los 18 años.
La funcionaria señaló que se contratará a 511 profesionistas y facilitadores, por lo cual el gobierno capitalino destinará 64 millones de pesos (mpd) adicionales a los 50 mdp de presupuesto para los 30 CAPA que a su vez ampliarán el horario de atención.
En el tradicional, se dará tratamiento cognitivo-conductual mediante la enseñanza de estrategias de autocontrol para manejar el consumo de sustancias; en el segundo modelo se respetará la libre autodeterminación de la persona, se disminuirá el riesgo a la salud por la dependencia, con la construcción de redes de apoyo, atención médica, atención psicológica y psiquiátrica.
También se reforzará el Programa Jóvenes Unen al Barrio, que busca contribuir en la disminución de los índices de violencia y delincuencia al atender la problemática de salud pública en materia de decisiones, promover la inclusión y la reinserción social con las personas jóvenes nuevos comunitarios.
El programa apoyará a tres mil jóvenes que serán becados con tres mil pesos; deberán permanecer dentro del programa y cumplir 120 horas de actividades mensuales.
Se reclutará a 140 jóvenes generadores a quienes se les dará un apoyo de tres mil 500 pesos y habrá 70 jóvenes impulsores a los que se les pagarán seis mil pesos al mes.
En los dos últimos casos, realizarán 192 horas mensuales y diversas acciones que el programa la requiera.
En 2019 se dieron 15 mil atenciones a pacientes y con las modificaciones se espera duplicar el número, y brindar seis mil consultas semanales, además de incrementar el porcentaje de permanencia, pues la deserción es de 85 por ciento.
El programa arrancará en marzo, cuando se abra la convocatoria para la contratación de psicológicos y trabajadores sociales que se unen al programa, quienes además tendrán un proceso de capacitación y profesionalización.