Los libaneses se movilizaron, el sábado 8 de agosto, para protestar contra las autoridades tras la explosión que el martes dejó miles de víctimas en Beirut, mientras las autoridades continúan los trabajos de desescombro y rescate.

Con horcas en la mano, miles de libaneses clamaron venganza contra sus dirigentes, a los que acusan de ser responsables de la explosión que sembró muerte y destrucción en Beirut.

Los manifestantes instalaron guillotinas de madera en la plaza de los Mártires en Beirut, epicentro de una protesta que había comenzado de forma pacífica en octubre de 2019, antes de perder fuerza bajo los estragos de la pandemia de coronavirus y la crisis económica.