Monterrey.- Mientras que en Texas se aprendió la lección que dejó una tormenta invernal hace tres años y se tomaron medidas para reforzar la infraestructura de electricidad y gas, en México la red de transmisión avanza lento por falta de inversiones y ello vuelve al sistema eléctrico vulnerable a fallas.

En febrero del 2021, el fenómeno dejó sin electricidad a cerca de 4 millones de hogares en Texas.

El disparo en la demanda de gas por la tormenta tuvo sus réplicas en México, con un macroapagón en Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas y Chihuahua, que afectó a 5 millones de hogares.

Desde entonces, hasta el cierre del año pasado, en el país se han registrado cinco apagones de gran magnitud, incluyendo el provocado por la tormenta del 2021.

Ayer esta situación se repitió en el área metropolitana de Monterrey por el frente frío que provocó apagones de más de 12 horas y, según la CFE, afectó a 46 mil 993 usuarios.

México importa aproximadamente el 96 por ciento del gas que consume, sin considerar a Pemex.

Tras la tormenta del 2021, en Texas se tomaron medidas, como ordenar un mejor acondicionamiento de las líneas de transmisión, centrales de generación e infraestructura de gas natural, explicó Esteban Pagés, fundador de Cápsula Energética.

Al regulador de gasoductos, Railroad Commission of Texas, ejemplificó, se le estableció la facultad de multar a las empresas que incumplan con el acondicionamiento de infraestructura para resistir cambios extremos de temperaturas.

Además, se incrementó el inventario de gas natural en un 5 por ciento, para alcanzar los 488.8 mil millones de pies cúbicos diarios.