Ciudad de México.- El Estado ha claudicado en su responsabilidad de brindar la atención requerida a los jóvenes por lo que el crimen organizado aprovecha los vacíos que tiene el Gobierno federal para tomar o matar a los jóvenes a su modo, alertó Rossana Reguillo, profesora emérita del ITESO.

En ese círculo criminal, advirtió, la delincuencia no se conforma con asesinarlos y exponerlos como mensaje de intimidación; ahora, los desaparecen o los esconden ya muertos, lo que cala con más angustia a las familias de las víctimas.

En entrevista, Reguillo –autora de “Necromáquina. Cuando Morir no es suficiente”– expone que no es con la presencia de la Guardia Nacional o el Ejército como se puede salvar a los jóvenes.

Tan es así, afirmó, que la desaparición de jóvenes en México, de los 14 a los 27 años de edad, aumentó en este año en un 34 por ciento.

“La pandemia vino a agravar todo en el sentido de la deserción escolar, la incapacidad del sistema educativo, del sistema de seguridad, del sistema de salud, de brindar la atención requerida a los jóvenes para una vida con dignidad, entonces vemos en muchos entornos del País muchos territorios donde el Estado ha claudicado de su responsabilidad”. 

“Cuando el Estado desaparece o se ausenta, otras fuerzas tienden a ocupar su lugar que ha sido el caso fundamentalmente del crimen organizado en sus diferentes vertientes como el narcotráfico, trata, comercio informal, entonces hemos visto un agravamiento verdaderamente alarmante”, advierte.

La investigadora en ciencias sociales consideró que lo que se está viendo actualmente en México es un agravamiento de las condiciones de los jóvenes.