El gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, anunció este martes el envío de «ayuda a Texas para asegurar la frontera sur» ante la «abdicación del deber» del Gobierno federal en el combate a la crisis migratoria que ha creado e «ignora», en su opinión, el presidente de EE.UU., Joe Biden.
«Todo el país siente los impactos de la crisis fronteriza de Biden, y la abdicación del deber del Gobierno federal socava nuestra soberanía y el estado de derecho», dijo el gobernador de Florida en un comunicado.
De Santis, de quien se espera que dé a conocer en los próximos días su intención de competir por ser el candidato republicano a la Casa Blanca en 2024, apuntó que «las agencias estatales, incluidas fuerzas del orden público y la Guardia Nacional de Florida, se están desplegando en Texas».
«Si bien Biden ignora la crisis que creó, Florida está lista para ayudar a Texas a responder a esta crisis», advirtió DeSantis.
Entre los recursos disponibles para esta tarea, la oficina del gobernador enumeró 101 policías de la Patrulla de Carreteras, 200 oficiales del Departamento de Cumplimiento de la Ley de Florida (FDLEO) en equipos de 40 miembros, además de 800 soldados del la Guardia Nacional del estado y personal de gestión de emergencias, cinco aeronaves, drones y embarcaciones.
El gobernador firmó hoy también un paquete de leyes para combatir el tráfico humano y concienciar sobre los impactos de este delito, cuyas principales víctimas son, dijo, inmigrantes ilegales.
«La crisis fronteriza de Biden está exacerbando el tráfico de personas en todo el país: el 72 % de todas las víctimas del tráfico de personas son inmigrantes ilegales y el 60 % de los niños extranjeros no acompañados que cruzan la frontera fueron capturados por cárteles y explotados para el tráfico de drogas, o algo peor», dijo.
Frente al Gobierno federal, que a juicio de DeSantis «continúa ignorando a las personas que sufren debido a sus políticas fallidas», Florida «continúa actuando».
DeSantis firmó el pasado mayo un proyecto de ley que incluye medidas que dificultan el establecimiento de inmigrantes en situación irregular, como no reconocer licencias de conducción y tarjetas de identificación emitidas por otros estados a «inmigrantes no autorizados».
Desde su reelección, DeSantis se ha centrado en sacar adelante su agenda ultraconservadora con ayuda del Congreso de Florida, que está dominado por el Partido Republicano y ha aprobado recientemente, antes de terminar el periodo de sesiones, una batería de leyes que hacen del estado uno de los más conservadores de EE.UU.