Estados Unidos levantó la normativa activada en 2020 para frenar supuestamente el covid-19, pero que en la práctica se utilizó casi 2,8 millones de veces para expulsar a migrantes al impedirles solicitar asilo.

México reportó este viernes una reducción en el flujo de personas que buscan llegar a Estados Unidos, horas después de que ese país endureciera las restricciones contra la migración ilegal.

“El flujo va bajando al día de hoy. No hemos tenido confrontaciones ni situaciones de violencia en la frontera”, dijo el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, en rueda de prensa.

Durante la intervención de Ebrard fue presentada una lámina en la que se lee que el Instituto Nacional de Migración (INM) ordenó a todas sus oficinas “no otorgar Formatos Múltiples Migratorios, ni otro documento que autorice el tránsito por el país”.

Esos papeles permitían a los migrantes moverse desde el sur de México a la frontera norte con Estados Unidos. El gobierno no especificó desde cuándo está vigente esa normativa ni cuándo terminará.

Sin embargo, una colaboradora de la AFP en el estado de Chiapas verificó que el jueves fue cerrado un centro donde se otorgaban esos permisos en la ciudad de Tapachula (fronteriza con Guatemala).

Miembros de la Guardia Nacional de EE. UU. patrullan las orillas del Río Bravo para evitar la entrada de personas migrantes, visto desde Ciudad Juárez, estado de Chihuahua, México (Foto por HERIKA MARTÍNEZ / AFP) – Foto: AFP
Los migrantes son liberados de una instalación de la Patrulla Fronteriza y Aduanas después de obtener una cita del gobierno de los EE. UU. para ingresar legalmente al país el 12 de mayo de 2023 en Brownsville, Texas. El 11 de mayo de 2023, EE. UU. dará por terminada oficialmente su emergencia por Covid-19 de 40 meses, descartando además la ley del Título 42, una herramienta que se ha utilizado para evitar que millones de migrantes ingresen al país. (Foto de ANDREW CABALLERO-REYNOLDS / AFP) – Foto: AFP

Unas mil personas se hallaban en fila a la espera de dichos documentos, cuando funcionarios les informaron que en adelante debían solicitar refugio o apelar a otros mecanismos para regular su estancia en México.

Meses atrás, la falta de permisos convirtió a Tapachula en un cuello de botella para migrantes latinoamericanos, pero también de otras nacionalidades, que pretendían seguir su camino hacia el norte.

“Calma”

El presidente estadounidense, Joe Biden, había anticipado una situación “caótica” en la frontera por el fin del Título 42, al tiempo que su gobierno desplegaba unos 24.000 agentes en la zona.

Pero al citar un reporte del ejército mexicano, Ebrard aseguró que en las fronterizas, Ciudad Juárez y Matamoros (norte) continuaban grupos de migrantes en las mismas cantidades y en “situaciones de calma y normalidad”.

De acuerdo con la lámina que presentó Ebrard, el gobierno mexicano contabilizaba 26.560 migrantes en las principales ciudades fronterizas del norte del país. De ellos, 10.000 en Ciudad Juárez, 7.000 en Reynosa y 5.500 en Matamoros. El resto están repartidos entre Tijuana, Nogales, Piedras Negras y Ciudad Acuña.

Previo a la derogación del Título 42, el INM anunció el cierre temporal de 33 centros de detención de migrantes en todo el país, con capacidad para albergar a 1.306 personas, aduciendo que no tenía lugar para alojarlos durante el tiempo que dure una inspección de la defensoría del pueblo (ombudsman).

Esa auditoría fue anunciada tras la muerte de 40 migrantes en el incendio de una de esas instalaciones en Ciudad Juárez, el pasado 27 de marzo.

“Coyotes” mienten

En adelante, para seguir una “vía legal”, un migrante puede acogerse a programas de reunificación familiar, a los permisos humanitarios para cupos de venezolanos, haitianos, nicaragüenses y cubanos, o bien tramitar sus solicitudes antes de llegar a la frontera mediante la aplicación móvil CBP One.

Ebrard dijo que “Estados Unidos está cumpliendo su parte” porque ofrecieron 360.000 permisos humanitarios a quienes realizan su proceso documentado a través de la aplicación.

El funcionario reiteró que muchos migrantes son engañados por “coyotes” o traficantes de personas, asegurándoles que sin el Título 42 será más fácil migrar.

“Si lo haces por la vía documental, sí (…); si llegas por la vía irregular es más difícil y los van a repatriar”, advirtió.