El papa Francisco volvió tras los dos años de pandemia a rendir homenaje en una ceremonia pública a la imagen de la Inmaculada cercana a la plaza de España de Roma y en su oración, en la que se le vio visiblemente emocionado, presentó a la Virgen “las súplicas de los niños, de los ancianos de los padres y madres, de los jóvenes de la martirizada Ucrania”.

Virgen Inmaculada, hoy hubiera querido traerte el agradecimiento del pueblo ucraniano por la paz que llevamos tanto tiempo pidiendo al Señor”, dijo Francisco conmovido y casi en lágrimas ante la columna en la que se encuentra la imagen de la inmaculada en la romana plaza Mignanelli frente a la embajada de España ante la Santa Sede.

Y, agregó, haciendo una pausa por la emoción, “en cambio, aún tengo que traerte la súplica de los niños, de los ancianos de los padres y madres, de los jóvenes de esa tierra martirizada. Pero en realidad todos sabemos que estás con ellos y con todos los que sufren, como estuviste junto a la cruz de tu Hijo“.