El lago Tláhuac-Xico es parte de un programa ecoturístico en el que las autoridades lo proyectan como un Valle de Bravo en Valle de Chalco, el cual llevará agua a casi un millón de pobladores de Iztapalapa, Tláhuac y el Estado de México y generará una derrama económica a través del turismo.
La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, destacó que este proyecto, que ya fue aprobado tanto por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el Estado de México y la capital del país, tiene la virtud de que permitirá agua para riego de zonas agrícolas, restaurará los ecosistemas de la zona y atenderá una parte de la escasez del líquido que padecen Tláhuac, Iztapalapa y los municipios mexiquenses de Valle de Chalco, Chalco y Nezahualcóyotl.
Recordó que el lago Tláhuac-Xico no existía hace 20 años, es producto de los hundimientos de la sobreexplotación del acuífero. Lo conforman descargas de agua que en temporadas de lluvias provocan inundaciones en las regiones aledañas. Cuestionó: “¿Qué hacer con este lugar?, hay que convertirlo en un reservorio de agua dulce para beneficio del derecho al agua, que dé beneficios a la zona, y que sea un lugar que disminuya las inundaciones en la zona oriente.