A 51 años de la masacre de estudiantes en San Cosme, dijo que el Gobierno de México refrenda su compromiso para hacer valer que todos los ciudadanos ejerzan sus libertades y que en el ejercicio de éstas el Estado no intervenga y que los hechos represivos que se vivieron en el pasado nunca más vuelvan a suceder.


Al encabezar la ceremonia cívica celebrada el primer lunes de cada mes en la Secretaría de Gobernación, recordó que esta semana se conmemora otro aniversario de la lamentable masacre del 10 de junio de 1971 y resaltó que el reflejo del cambio que hay en el país es que hoy se hace un acto cívico desde un gobierno democrático que impulsa una Cuarta Transformación y reivindica la memoria de los estudiantes que fueron brutalmente reprimidos.

“El mejor reflejo de un gobierno democrático es el respeto a las libertades y a la dignidad de las personas, y el generar las condiciones para el ejercicio de sus derechos humanos y libertades políticas”, enfatizó.

En su participación, el director general de Estrategias para la Atención de los Derechos Humanos de Gobernación, Félix Santana Ángeles, resaltó que en este gobierno se tomaron tres definiciones claves para atender las violaciones graves a los derechos humanos ejercidas en el pasado.

La primera, dijo, se cambió la esencia de la Secretaría de Gobernación que espiaba, perseguía, criminalizaba, detenía y desaparecía a los disidentes políticos por esta nueva que garantiza y promueve los derechos humanos.


Este gobierno ratificó su compromiso para resolver un crimen de Estado cometido en 2014 con la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa y por último, identificó que las raíces de la violencia actual se encuentran escondidas bajo 50 años de impunidad, por lo que se creó la comisión que esclarecerá los crímenes de la Guerra sucia.