El Gobierno de la Ciudad de México encontró en el tercer informe de la empresa DNV, encargada de realizar el dictamen causa-raíz del desplome de la Línea 12 del Metro, una serie de inconsistencias en cuanto a inspecciones visuales de la obra civil, pues la compañía se basó en imágenes de Google streetview para afirmar que hubo deficiencias en el mantenimiento de la línea.

Además, la administración local acusó a la empresa de contradecir sus propias conclusiones, pues mientras el segundo reporte señala que recibieron los informes de las inspecciones realizadas a la línea en 2019 y 2020, el tercero apunta que no hubo inspecciones rutinarias.

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Para el Gobierno capitalino, en el último documento se confunden las causas directas del colapso, así como los problemas de construcción y diseño ya establecidos en los dos informes previos.

En conferencia de prensa, Jesús Esteva Medina, titular de la Secretaría de Obras y Servicios de la CDMX, recordó que en el dictamen preliminar fase 1, DNV planteó que el incidente fue provocado por una falla estructural asociada a deficiencias en el proceso constructivo y en las soldaduras de los pernos Nelson, así como soldaduras no concluidas o mal ejecutadas, entre otras.

En el segundo reporte, los expertos de la compañía aseguraron que el colapso ocurrió como resultado del pandeo de las vigas norte y sur, provocado por la falta de pernos funcionales; y por deficiencias en las propiedades mecánicas de las vigas. Los dos primeros reportes hablaban de errores en la construcción y el diseño.

En el reporte fase III, el análisis causa raíz abunda sobre lo expuesto en los dos previos, el diseño y los pernos. Uno de los nuevos hallazgos fue que la resistencia a la fatiga de los pernos no cumplió con las especificaciones de AASHTO (estándares de diseño), lo que implica que aun en un escenario en el que el puente hubiera sido construido conforme a las especificaciones, los pernos más críticos fallarían luego del paso de 1.25 millones de trenes, lo que ocurría en aproximadamente 14 años de operación.

En la explicación de “barreras preventivas” es donde DNV consideró que hubo acciones de mantenimiento que, de haberse hecho, evitarían el desplome. Esto insinuaría que la administración local no efectuó las revisiones.

El documento menciona que no se realizaron inspecciones rutinarias; sin embargo, reconoce que se les entregaron los resultados en las inspecciones realizadas de 2019 y 2020, detalló el secretario.

Otra inconsistencia es que la empresa utiliza como sustento imágenes de Google View, aun cuando la empresa Google establecen en sus términos de servicio que “puede que las condiciones reales difieran de los resultados de los mapas y del contenido”.

Otra irregularidad es que mientras en el segundo reporte DNV señala que las deformaciones eran imperceptibles a simple vista, en el último dice que sí lo son, con base en las imágenes obtenidas por Google.