Ciudadanos ucranianos se manifestaron afuera de la Embajada de la Federación Rusa en la Ciudad de México. Pidieron que se declaren en contra de la invasión.

Encendieron bengalas azules y amarillas, para que el humo con los colores de su bandera llegara al interior de la Embajada.

En medio de sus discursos, al interior de la representación diplomática fue encendida música rusa a todo volumen, lo que provocó el enojo de los manifestantes.

En respuesta, bloquearon los accesos a la embajada y reunieron cartones de huevos; ante esto, un grupo de policías antimotines rodeó el acceso principal a la Embajada.

Los policías posteriormente se retiraron.

En uno de los accesos, manifestantes tiraron huevos en la banqueta.