Como es lógico, aún con los estragos de la pandemia, los desastres naturales se presentaron en México y el mundo en el 2021. A continuación hacemos un repaso de algunos de los que más llamaron la atención y sus consecuencias.

Grace, uno de los huracanes más fuertes que se hayan registrado en México
Tras pasar por República Dominicana, Haití, Jamaica y la Península de Yucatán, “Grace” tocó tierra en Veracruz, específicamente Tecolutla, siendo un huracán de categoría 3 en agosto. Sus efectos provocaron cortes de energía eléctrica y desperfectos en la telefonía celular.

El ciclón contaba con vientos de 205 kilómetros por hora y rachas de 240 kilómetros por hora. Sin embargo, al ingresar a terreno montañoso de la República Mexicana, se debilitó a categoría 1.

En respuesta a los daños, el gobierno de México envió elementos del Ejército Mexicano, la Marina Armada de México y la Guardia Nacional, con el fin de colaborar en tareas de rescate, salvamento y auxilio a la población.

Se reportaron daños de consideración en 22 municipios de dicha entidad como Atzalan, Cerro Azul, Las Vigas de Ramírez, Martínez de la Torre, Tuxpan, Poza Rica, Xalapa y Papantla. Las lluvias y vientos provocaron desbordes y niveles críticos de los ríos Cazones, Tecolutla, Río Nautla, Misantla, Colipa, Actopan y La Antigua.

Mientras que en Huauchinango, Puebla, se reportó el fallecimiento de una persona en la localidad de Tenango de las Flores, víctima de la caída de un árbol; asimismo se registraron diferentes deslaves, inundaciones y árboles caídos.​ En la localidad de Tlaola se reportaron dos fallecimientos. En distintos puntos del estado se dio cuenta de deslaves, inundaciones y el desbordamiento del río Pantepec.​ Se desfogó, preventivamente, la puerta de la Presa La Soledad con el fin de dar cauce al agua acumulada en la misma.

Además se declararon como zonas de desastre 27 municipios de Hidalgo a consecuencia de Grace.

En total, se registraron 14 fallecimientos a consecuencia de este huracán.

Dixie: el segundo incendio más largo en la historia de California
En el verano es común que acontezcan incendios forestales en diversas partes del mundo, como California. Este 2021 no fue la excepción, de hecho se suscitó el segundo evento de este tipo más grande del que se tiene registro en el estado de la unión americana y el mayor de la temporada.

Este incendio es conocido como Dixie, debido a la carretera donde inició, que está en el norte de California. Comenzó el 13 de julio y duró tres meses, durante ese tiempo consumió 3,885 km2.

La magnitud y duración del incendio provocó cambios en el clima, tal como lo explica The New York Times. Al poco tiempo, inmensas columnas de humo que calentaron el aire, lo que provocó que ascendiera junto con el humo.

A partir del humo se formaron diversos tipos de nubes y luego una tormenta eléctrica. Sin embargo el calor era tal que las gotas de agua se evaporaban antes de llegar a los bosques y no alcanzaban a apagar el fuego.

Asimismo, fuertes vientos “abanicaban” el fuego y lo esparcieron a otras áreas.

Aunque en un principio se veía difícil, la temporada de lluvias de octubre contribuyó a apagar los incendios. No obstante, Dixie dejó grandes “cicatrices”, pues hubo inundaciones repentinas y flujos de escombro.

Otro sismo en septiembre
Entre los mexicanos existe la percepción de que septiembre es sinónimo de sismos, sin embargo expertos en la materia ya han matizado esta idea. Según explica Víctor Espíndola Castro, jefe del Departamento de Análisis e Interpretación de Datos Sísmicos del SSN, la mayor cantidad de sismos ocurridos durante este mes han sido réplicas de los de 1985 y 2017.

Es en este contexto que aconteció un sismo la noche del 7 de septiembre de 2021 de magnitud 7.1 con epicentro en Guerrero y alcanzó Morelos, Oaxaca, Puebla y a la CDMX sin provocar pérdidas de vidas o daños materiales importantes.

Acaso lo que más llamó la atención fueron las luces en el cielo provocadas por el sismo. De acuerdo con Esteban Hernández Quintero, coordinador de Servicios Geofísicos del Instituto de Geofísica de la UNAM, la luminosidad se genera “gracias a que se acumulan una serie de eventos. Por un lado, tenemos el fenómeno eléctrico asociado a un movimiento repentino que causan las ondas superficiales que viajan en la corteza” y además hay cargas positivas acumuladas en la corteza que se liberan por los sismos.

Se desgaja el Cerro del Chiquihuite
De menor magnitud que otros desastres naturales, pero significativo para el Estado de México y la CDMX, el deslave del Cerro del Chiquihuite aconteció el 10 de diciembre de 2021.

Rocas de aproximadamente seis metros de diámetro sepultaron cuatro viviendas y varios vehículos en calles de la colonia Lázaro Cárdenas, segunda sección. Tras esta situación, decenas de hogares fueron desalojados como precaución; las autoridades dispusieron albergues para los habitantes de la zona.

Tras el rastreo de víctimas, se concluyó que el saldo final del deslave es de cuatro personas fallecidas.

Es posible que la causa del deslave sea una combinación de lluvias constantes y sismos que precipitó el proceso natural del desgaste del cerro, explicó en su momento Sergio Almazán, geólogo del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Los ojos del mundo en La Palma
Desde el 19 de septiembre, redes sociales y medios de comunicación siguen el desastre natural que inició con la erupción del volcán Cubre Vieja en la isla española de La Palma, perteneciente a Canarias. Como reportó en su momento Noticieros Televisa, el fenómeno continuaba a principios de diciembre y las hectáreas afectas ya superan las 1,134.

La erupción fue detonada por enjambres sísmicos, es decir, un conjunto de eventos sísmicos en un área específica durante un periodo de tiempo relativamente corto. Esta situación suscitó los continuos caudales de lava que han durado meses y que llegan hasta el mar. Por sus efectos nocivos, como el desprendimiento de gases, las autoridades le pidieron al resto de la población en el archipiélago que se mantenga en sus casas.