La mayor operación israelí sobre Gaza, desde el inicio de la escalada bélica, consistió en 50 rondas de bombardeos por tierra y aire en 40 minutos, detalló este viernes el Ejército.

El ataque se realizó desde el exterior sin que las tropas entraran en la Franja de Gaza, aclaró el Ejército tras las informaciones que apuntaron al inicio de una ofensiva terrestre.

En la masiva operación que comenzó a primera hora de la madrugada, 160 aviones, artillería e infantería bombardearon intensamente a lo largo del enclave contra objetivos, según el Ejército, pertenecientes a las milicias palestinas, principalmente, la red de túneles subterráneos donde sus miembros se protegen durante los bombardeos israelíes.

Al menos 103 personas han muerto desde el lunes hasta antes del inicio de esta ofensiva en Gaza, 27 de ellos niños, a la espera de que el Ministerio de Sanidad palestino confirme las muertes de esta ofensiva. El Ejército asegura que más de 30 de los muertos era miembros de las milicias palestinas en estos cuatro días.

Desde el inicio de los enfrentamientos, las milicias han lanzado más de mil 800 proyectiles hacia Israel, 430 de ellos fallidos que cayeron en el enclave costero, y de los cuales la mayoría fue interceptada por el sistema antimisiles Cúpula de Hierro.

Siete personas han muerto en Israel, entre ellas un adolescente y un niño de 6 años, y anoche una anciana falleció al caer cuando corría a protegerse de los cohetes a un refugio.

El Ejército adelantó que hoy continuará atacando objetivos en el enclave y que “tienen intención” de llevar a cabo una ofensiva terrestre: “Estamos preparados para hacerlo”, dijo el portavoz.

“Lo estamos haciendo y lo seguiremos haciendo con mucha intensidad. Esta no es la última palabra y esta operación continuará el tiempo que sea necesario”, advirtió el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu en un vídeo difundido por sus redes sociales mientras se producían esta madrugada los bombardeos

Así se desato la escalada de violencia
La escalada de violencia se desató tras un largo periodo de tensión entre israelíes y palestinos en Jerusalén Este.

Hamas había amenazado con atacar Israel luego de que más de 300 palestinos resultaran heridos en enfrentamientos con la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas, donde se encuentra la de Al Aqsa, el tercer lugar más sagrado para los musulmanes.

A su vez, esos incidentes se produjeron tras las disputas y los choques por los planes para desalojar a algunas familias palestinas de sus casas en el barrio de Sheij Jarrah.

Un grupo de colonos judíos reclama algunas de sus tierras y propiedades en los tribunales israelíes, de ahí la amenaza de desahucio sobre las familias palestinas en Sheij Jarrah, “uno de los principales barrios palestinos de Jerusalén Este, donde los palestinos se han quejado en los últimos años del creciente número de colonos judíos que llegan”, explica Mohamed Yehia, editor del servicio árabe de la BBC.

Israel considera a toda la ciudad como su capital, aunque no es reconocida como tal por la mayor parte de la comunidad internacional.

Así, en los últimos años, el gobierno israelí y los grupos de colonos han trabajado para asentar a judíos en áreas palestinas cerca de la ciudad vieja.

Por su parte, los palestinos reclaman Jerusalén Este como la futura capital de su añorado Estado independiente.