Durante el 2020, año marcado por los efectos negativos de la pandemia de Covid-19, los únicos estados que registraron un crecimiento en su actividad industrial fueron Tabasco, con una tasa anual de 10.1%, y Oaxaca, con 0.4 por ciento.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el dinamismo de Tabasco derivó de los incrementos de 1.3% en construcción, 1.6% en manufactura y 12.5% en minería; sobresale que la minería petrolera aporta 80.2% del Producto Interno Bruto (PIB) industrial de la entidad y 44.5% del PIB total estatal.

Este comportamiento de Tabasco se debió a la apuesta del gobierno estatal por la obra pública y a la inyección de recursos federales en proyectos petroleros, como la Refinería de Dos Bocas. La única variación negativa que registró el estado fue de -1.5% en generación, transmisión y distribución de energía eléctrica, suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final.

En tanto, el alza de 0.4% de la actividad industrial de Oaxaca fue producto de los ascensos de 10.2% en construcción y 14.2% en energía eléctrica, agua y gas.