Un barco de la compañía francesa Total cargado de combustible fue secuestrado por piratas en aguas de Santo Tomé y Príncipe, en el Golfo de Guinea, y fue liberado poco después, anunció el Gobierno de Guinea Ecuatorial.

Según comunicó el Ejecutivo en su web, el director de Total en Guinea Ecuatorial informó de que la tripulación está a salvo, que los piratas abandonaron el barco sin causar ningún daño, tanto material como físico, y que la nave ya retomó su rumbo a Malabo, la capital.

Este miércoles se temía que el secuestro de este barco “que trae productos refinados” para la filial de Total en Guinea Ecuatorial provocara “una posible disminución drástica de su stock”, indicó la Oficina de Información y Prensa de Guinea Ecuatorial en un comunicado.

Según la compañía de seguridad marítima Dryad Global, el buque fue abordado el 9 de febrero y se trata del cuarto incidente en 24 horas en las aguas del Estado insular Santo Tomé y Príncipe, el duodécimo en alta mar en lo que va de año y el sexto abordaje con éxito.

El 8 de febrero un buque atunero chino con bandera de Gabón fue abordado y secuestrado en la misma zona y, según esta compañía, “existe una posibilidad realista” de que “se esté utilizando como buque madre para facilitar nuevos ataques”, indicó al señalar que “en este momento es muy probable que se produzcan más incidentes diarios”.

El total de incidentes en África Occidental en 2020 mostró un aumento del 12% con respecto a los de 2019, según Dryad Global.

El Golfo de Guinea se extiende desde Angola hasta Senegal y es una de las rutas de envío más importantes del mundo para las exportaciones de petróleo del delta del Níger (sur de Nigeria) y para los bienes de consumo desde y hacia África central y occidental.

Los secuestros en el mar se han vuelto tan comunes en la zona que las empresas deben tener en cuenta el coste de contratar seguridad independiente y, a veces, el dinero del rescate.