En el Estado de México, la saturación hospitalaria está obligando a algunos médicos a valorar a los pacientes COVID en plena calle.

“No tengo ni una sola cama, hay pacientes que están compartiendo la misma toma, pero no es suficiente, no tengo nada, nada de camas”, dijo una doctora del Centro Médico Adolfo López Mateos, ISEM.

Personal de Salud del Centro Médico Adolfo López Mateos, en Toluca, Estado de México, valora en plena calle a decenas de pacientes COVID. Su gravedad determina a quién atender primero.

“Es necesario salir a atenderlos acá afuera y ver quién está más grave”, reiteró la doctora.

Javier González de 36 años, llegó al hospital a las 4 de la tarde, tenía una saturación de 72 por ciento. Aún así, esperar afuera con su tanque de oxígeno para ser valorado.

“Ya estaba mejor, pues no sé cómo es esa enfermedad”, insistió Cresencio González, padre de paciente COVID.

Dos horas más tarde, una doctora salió del hospital. Una hora después fue ingresado para un chequeo y le advirtieron que no había camas disponibles.

“Gracias a Dios ya lo recibieron, ya mi hija ya lo lleva”, señaló el padre de paciente COVID.

En el área de urgencias COVID de este Centro Médico, sólo reciben a pacientes cuyos nombres aparecen en una lista.

“Cómo se llama el paciente – Alejandro Martínez – sí, no tenemos espacio, hay pacientes en consultorios aquí y acá esperando”, insistió la recepcionista.

Muchos pacientes, como Javier González, son remitidos a este Centro Médico por personal del Hospital General Regional 220 de Toluca, el cual también está saturado.

Algunos llegan al área de urgencias, pero ante la saturación y emergencia deciden buscar espacio en otros hospitales, mientras que otros optan por esperar una cama durante horas.