El gobernador de Baja California, Jaime Bonilla fue dado de alta del Hospital General de Tijuana en el que pasó tres días internado tras ser diagnosticado por COVID-19.

A su salida del hospital, el mandatario estatal indicó que se sentía débil y calificó a los últimos tres días como muy pesados.
“Me siento débil pero ya estoy restablecido, siguiendo recomendaciones. Fueron tres días muy pesados, ya el doctor les puede dar más o menos el escenario”, señaló Bonilla.

Aseguró que el COVID-19 invadió todos sus órganos y lo han afectado severamente hasta que, este fin de semana tuvo que ser hospitalizado.

“El sábado por la noche se me juntaron todos los síntomas y este entonces internaron. El amor con amor se paga, a mí me han tratado, lo he dicho fuerte y quedito, el dinero no compra la atención, no compra el cariño”, dijo.

Aseguró que el presidente Andrés Manuel López Obrador le hizo una llamada telefónica en la que le deseó pronta recuperación y le prometió visitar la entidad este mes.

Bonilla indicó, previamente, que entre enero y febrero de este año, había adquirido el virus porque, tras realizarse una prueba rápida, se identificó que tenía anticuerpos del virus.

Indicó que saludó a miles de personas durante estos meses y que sus anticuerpos se terminaron, lo que ocasionó que “hiciera confianza“.

Sobre su renunencia a utilizar cubrebocas, el mandatario señaló:

“Yo no estoy en contra de uso de cubrebocas, simple y sencillamente porque ya me había dado, uso de una careta, guardo una distancia pero eso no es suficiente”.

En abril pasado, Bonilla Valdez, señaló que el índice de muertes provocadas por el COVID-19, no era tan grande comparado con los decesos que han causado otras enfermedades, y sostuvo que la economía nunca se detuvo por ellos.

Bonilla también levantó controversia al afirmar que los médicos “caían como moscas” en los hospitales a consecuencia del COVID-19 y poner en duda las cifras proporcionadas por el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell.