Nuevos focos de coronavirus se suceden en España con centenares de contagiados, sobre todo en Cataluña, mientras las autoridades restringen actividades sociales, recomiendan comportamientos responsables y obligan al uso de mascarilla en todos los lugares públicos y bajo cualquier circunstancia en la mayor parte del país.

Los gobernantes regionales tratan de impedir reuniones, concentraciones y celebraciones masivas, pues varios de los rebrotes tienen origen en este tipo de aglomeraciones, incluso tuvieron que cerrar el acceso a playas saturadas, muy concurridas estos días de calor y en plena temporada alta de vacaciones veraniegas.

Cataluña extendió este domingo las medidas ya aplicadas para contener los brotes de la COVID-19 en la zona metropolitana de Barcelona y dos comarcas de la provincia de Gerona, a los otros dos municipios de la comunidad.

De momento no se plantea el confinamiento perimetral de Barcelona. Los más de mil 200 contagios del sábado pasado se redujeron a algo más de 900 este domingo, y los pacientes ingresados ya son 60. Nuevamente prohibiciones

Las autoridades catalanas aconsejan no salir de los domicilios salvo para lo “imprescindible” –no ir a una segunda residencia–; prohíben las reuniones de más de diez personas, limitan el aforo de bares y restaurantes al 50 %; cierran cines, teatros, locales de ocio nocturno y gimnasios; prohíben las visitas a las residencias de ancianos, y recomiendan a los centros comerciales control de acceso y más medidas de higiene.