Pekín endureció este miércoles las restricciones y ha puesto en marcha medidas extraordinarias e inéditas para contener el brote de coronavirus en su principal centro mayorista de alimentación, como la de hacer test del virus a los empleados de todos los restaurantes, universidades y mercados de la ciudad.

Una tarea titánica teniendo en cuenta las decenas de miles de restaurantes y pequeños establecimientos de comida que hay en la capital china, además de los cientos de mercados de alimentación y las decenas de campus universitarios.

También se harán pruebas a otras 355 mil personas relacionadas de alguna forma con el mercado mayorista de Xinfadi, el foco del nuevo brote de COVID-19, que ha causado en seis días 137 contagios en la ciudad, 31 en las últimas 24 horas, cuatro más que el día anterior.