El Gobierno mexicano y la Iglesia católica prometieron cooperar por la paz, la justicia social y los derechos humanos durante la visita del secretario de Estado de la Santa Sede, Pietro Parolin.

El cardenal Parolin afirmó que “México y la Santa Sede miran al futuro juntos, compartiendo los mismos valores” en un evento conmemorativo del trigésimo aniversario del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre el Estado mexicano y el Vaticano.

“Miramos al futuro y seguimos preparando juntamente mecanismos de cooperación, me parece importante subrayar eso, encontrar mecanismos concretos de cooperación para servir a todo el pueblo mexicano partiendo de las personas más necesitadas”, declaró Parolin.

La visita de Parolin, quien también viajó el país en junio de 2021, muestra la relevancia de México, que alberga a casi 98 millones de católicos, la segunda cifra más alta del mundo, solo por detrás de Brasil, según el último censo de 2020.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, quien no se considera católico sino “seguidor de Jesucristo”, ha cuestionado antes a la jerarquía católica mexicana por no replicar el mensaje del papa Francisco contra el neoliberalismo, mientras que la Iglesia ha criticado al oficialismo por el aborto y otros derechos sexuales.

Sin referirse a estos desacuerdos, Parolin reconoció “los retos del futuro”, pero pidió observarlos como “una oportunidad para trabajar juntos” en lugar de una “división”.