El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, indicó en un viaje al estado de Michoacán que las autoridades mexicanas están definiendo un plan de seguridad para reanudar las exportaciones de aguacate y mango que se vieron paralizadas durante una semana.

Durante un encuentro con las autoridades estatales, Salazar alabó los esfuerzos de México para concretar medidas permanentes de protección de los inspectores de Estados Unidos que fueron agredidos a mediados de mes en Michoacán.

“Esto es sólo el comienzo por lo que estaremos atentos y daremos seguimiento a este plan progresivo e integral para que nuestros empleados estén seguros y realicen sus labores certeza y sin amenazas a su seguridad”, expresó el diplomático en un comunicado. Agregó que se mantendrá un diálogo con las autoridades locales y la asociación de productores y empacadores de aguacate.

Estados Unidos anunció el pasado viernes que las inspecciones de aguacates y mangos en Michoacán —-requisito imprescindible para su exportación a ese país — se reanudarían “gradualmente” después de que fueran suspendidas durante una semana por una agresión contra los inspectores.

Salazar afirmó que los funcionarios del Departamento de Agricultura de Estados Unidos comenzarían a regresar “a las plantas empacadoras tras las recientes agresiones en su contra” pero aclaró que todavía era necesario ”avanzar para garantizar su seguridad antes de alcanzar el pleno funcionamiento”.

A mediados de junio dos empleados del Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal del Departamento de Agricultura estadounidense fueron asaltados y retenidos temporalmente en Michoacán, lo que llevó a Estados Unidos a suspender las inspecciones en el mayor estado productor de aguacate de México.

Dado que ese país también cultiva aguacates, las inspecciones garantizan que los aguacates exportados no sean portadores de enfermedades que puedan perjudicar a los cultivos estadounidenses.

México minimizó las agresiones pero el presidente se mostró dispuesto a colaborar con Estados Unidos para garantizar la seguridad de los inspectores en ese estado azotado por la violencia vinculada con el crimen organizado.