En comisiones, el Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó el formato del tercer debate presidencial, en el cual no habrá preguntas ciudadanas y se lanzarán cuestionamientos para que las candidatas y candidato debatan “cara a cara”.
La Comisión de Debates también avaló formalmente a los tres moderadores Luisa Cantú, Elena Arcila y Javier Solórzano para el encuentro que se efectuará el 19 de mayo en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco.
En este debate habrá cuatro bloques: política social; inseguridad y crimen organizado; migración y política exterior; y democracia, pluralismo y división de poderes.
Contrario a los dos primeros, los moderadores harán una pregunta, la cual que será debatida por los tres aspirantes presidenciales.
En el último bloque sobre democracia, pluralismo y división, que durará 30 minutos, los candidatos se harán preguntas entre sí.
En esta ocasión, los moderadores tenían que representar al norte, centro y sur del país, y para definirlos, los 11 consejeros discutieron por más de dos horas. Hubo consenso sobre Solórzano, pero no con Luisa Cantú, al ser conductora de un programa de un medio público y estar identificada con la 4T.
Tampoco se alcanzó la unanimidad sobre Elena Arcila, al considerar que ni siquiera la conocían, por lo que tuvieron que buscarla en internet.
Un bloque proponía a un periodista de televisión de Veracruz, sin embargo, otros lo rechazaron porque era “opositor” al gobernador Cuitláhuac García.
En la acalorada discusión, el consejero Jorge Montaño soltó que él ya había prometido que sería un conductor de Chiapas o Tabasco el que representara a la zona sur, por lo que rechazó la propuesta de la reportera yucateca.
A los moderadores se les ofrecerán 150 mil pesos.
Modifican segundo debate
Los consejeros aceptaron la propuesta de las candidatas Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez de cambiar la escaleta del segundo debate para que se les dieran 30 segundos para presentarse.
Así como un minuto al iniciar cada bloque para exponer su propuesta sobre crecimiento económico, empleo e inflación; infraestructura y desarrollo; pobreza y desigualdad; y cambio climático y desarrollo sustentable.
Sin embargo, se rechazó la propuesta de Morena sobre que a cada candidatura se le hiciera una pregunta distinta, no la misma, pero para algunos consejeros esto no genera contraste.
En esta ocasión se grabaron en video 420 preguntas de ciudadanos, quienes fueron entrevistados en 32 ciudades del país y en dos de Estados Unidos.
De éstas, se sortearán 80, y las ocho que se usarán durante el debate serán elegidas por los dos moderadores.
De acuerdo con las empresas encargadas de la organización de los tres debates al INE, para este segundo encuentro habrá cambios para evitar fallas técnicas.
En este se argumenta que no hubo fallas en los cronómetros, sino en la visualización, por lo que habrá un sistema “más robusto y redundante para el procesamiento y entrega de la señal”.
En el primer debate se instalaron en el mismo cubo los cronómetros de los tres aspirantes, así que ahora se instalarán dos cronómetros por candidatura, conectados a un distribuidor de señal capaz de cambiar entre equipos en caso de falla o error humano.
Se argumenta que será una ventaja que el encuentro se realice en Estudios Churubusco, y aunque la empresa presentó ya su propuesta, los candidatos piden cambiar luces, colores y tiros de cámara.
Costó primer debate 12 millones
El primer debate presidencial en las instalaciones del INE costó 12 millones 775 mil pesos.
En el informe que presentó Comunicación Social a los consejeros se indica que la producción tuvo un costo de 8.1 millones; la logística 3.6 millones; la traducción en tres lenguas 231 mil; los gafetes 208 mil; y el análisis de preguntas 419 mil pesos.
Las únicas fallas que asume la empresa fueron por el cronómetro de los candidatos, y en algún momento el audio. El área aún analiza si habrá sanciones.