Autoridades mexicanas trasladaron este miércoles 29 de septiembre a 70 migrantes haitianos desde Villahermosa, Tabasco, hasta Puerto Príncipe; entre ellos, 16 mujeres y 13 menores de edad.
De acuerdo con un comunicado conjunto de las secretarías de Gobernación y Relaciones Exteriores y el Instituto Nacional de Migración, el traslado es parte de un acuerdo con Haití para el retorno asistido voluntario de migrantes a su país de origen.
Para muchos de ellos no ha sido una travesía sencilla y algunos compartieron sus testimonios:
“Yo estudiaba en Brasil, era bien estar en Brasil. Más difícil pagar la casa, que es mucho caro”, apuntó Luiggi, un migrante que pasó por Bolivia, Perú, Colombia, Panamá y Ecuador.
“Todo lo que nosotros pasamos durante el camino, hay personas que son violadas, niños que son violados, a nosotros nos estafan bastante”, detalló José, un migrante dominicano.
Marjorie, una migrante haitiana en Coahuila, señaló que se duerme en el piso y que la gente roba. “Te meten la mano en todas partes para sacar lo que tienen”.
“Cuando casi llegábamos a Panamá había tres hombres que se acercaron a nosotros; nos pidieron dinero, yo no hablo español y les hice con señas que no tenía. Empezaron a tocarme y tocarme y después los tres me violaron. Se llevaron todo lo que tenía, los teléfonos todo”, narró Didiere, una migrante haitiana en Coahuila.
José, un migrante dominicano, comparte que habían caminado dos semanas para llegar al río. “Cayó lluvia, lluvia y lluvia todo el día”, dijo.
Luiggi asegura que el país más difícil de transitar fue Panamá.
“Porque tenemos que pasar en la foresta; eran ladrones, estaban en el bosque. Ellos mataban personas, abusaban de las mujeres, robaban”.
“El que pasa de Colombia a Panamá es por un milagro de Dios; hay mucha gente que muere y uno pasa por encima de los muertos, eso fue que yo lo ví”, dijo José.
“En Guatemala yo sentía mucho miedo, yo no sabía por qué estaba corriendo, todo mundo estaba preocupado. Los de inmigración no tienen piedad. Si ellos te agarran te mandan a la prisión”, comparte Luiggi, migrante haitiano en CDMX.
“Hay coyotes que nos guían, pero mentira, no son coyotes, nos estafan”, dijo José, migrante dominicano en Coahuila.
Luiggi, migrante Haitiano en la CDMX, acepta que ha llorado.
“Sí, mucho porque yo quería estar estudiando; cada vez que estudio me siento muy feliz, cuando llegue a mi destino yo voy a seguir estudiando”, dijo Luiggi, quién reconoce que ahora no sabe cuál es su destino.