Ante las demoras en las entregas de las vacunas de Pfizer y AstraZeneca, el Gobierno italiano se ha visto obligado a reprogramar el plan de vacunas y a revisar los objetivos previstos, si bien, por el momento, son cerca de 400 mil las personas que han recibido las dos dosis necesarias para estar protegidas contra el coronavirus.
Hasta 2 millones 309 mil habitantes han recibido una primera dosis, sobre todo personal sanitario, ya que se ha decidido retrasar la vacunación de los mayores de 80 años y facilitar las segundas dosis ante el temor de una falta de vacunas.
El comisario nombrado por el Gobierno para gestionar la emergencia provocada por la pandemia, Domenico Arcuri, ha pedido a la Abogacía general del Estado que inicie acciones legales ante estos retrasos repentinos de las farmacéuticas, que han causado daños en muchas regiones.
Arcuri habló de un recorte del 29% en las entregas la semana pasada y del 20% esta semana. Pfizer anunció después que los suministros volverían a la normalidad esta semana y que a partir del 15 de febrero habría un aumento en la producción.
El viceministro de Sanidad, Pierpaolo Sileri, explicó que los problemas en la entrega de las vacunas Pfizer provocarán un retraso de unas cuatro semanas en el inicio de la campaña de vacunación para los mayores de 80, y de seis u ocho semanas para el resto de la población.
Sileri puntualizó que las dosis que recibirá Italia en las próximas semanas deberían ser suficientes para completar la vacunación de la primera y segunda dosis del personal sanitario y los ancianos en las residencias.
Mientras tanto, Italia ha decidido invertir en una posible vacuna italiana y anunció el pasado martes que movilizará 81 millones de euros (unos 98 mil 25 millones de dólares al cambio actual) para desarrollar esta vacuna que está elaborando la empresa ReiThera.