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La Comisión Nacional de Sanidad de China publicó hoy una nueva regulación para intensificar el control y la desinfección de productos refrigerados importados, ya que el país asiático ha registrado varios casos en los que el coronavirus SARS-CoV-2 ha sobrevivido en el envasado de estos y provocado contagios.

Las nuevas normativas hacen hincapié en una desinfección exhaustiva del empaquetado de los productos refrigerados y en la protección adecuada del personal en contacto con estos materiales, además de un aumento de las inspecciones sanitarias de estos a lo largo de toda la cadena, desde su llegada a puerto hasta su puesta a la venta.

En el propio puerto, dice el documento, “si el resultado de un análisis (a un producto congelado importado) es positivo, deberá devolverse o destruirse, según la normativa”.

Asimismo, las autoridades chinas enfatizan la necesidad de dejar constancia del recorrido que sigue cada uno de estos productos para facilitar el rastreo de posibles infecciones.

Personal portuario
El anuncio se produce un día después de detectarse un nuevo contagio por el contacto de un estibador del puerto de la ciudad nororiental de Tianjin con embalaje en el que había restos del coronavirus SARS-CoV-2, según la prensa local.

Además, el pasado día 7, las autoridades de la localidad de Dezhou, en la provincia oriental de Shandong, aseguraron haber hallado restos del virus durante una inspección aleatoria de paquetes de carne de cerdo congelada procedentes de Alemania y que habían llegado al puerto de Tianjin el 19 de octubre, por lo que el virus habría sobrevivido en el embalaje por lo menos casi tres semanas.

Las localidades de Taiyuan y Anguo -en el centro y noreste del país, respectivamente- recibieron y pusieron a la venta algunos productos congelados procedentes del puerto de Tianjin, por lo que han puesto en marcha planes de emergencia ante posibles contagios.

El pasado 24 de septiembre, dos estibadores del puerto oriental de Qingdao contrajeron el virus al entrar en contacto con envasado de productos que contenía restos del virus. Su infección resultó, semanas después, en un rebrote en la ciudad.

Importaciones de América Latina bajo la lupa
En los últimos meses, varios productos congelados procedentes de países como Ecuador o Brasil han puesto en alerta a las autoridades chinas.

El pasado mes de agosto, la provincia central de Shanxi anunció la prohibición de compra, venta y uso del camarón (gamba) blanco procedente de Ecuador, tras detectarse varios casos de coronavirus en su envasado.

Días antes, la ciudad suroriental de Shenzhen había detectado restos del virus en paquetes de alitas de pollo congeladas procedentes de Brasil y, un mes antes, con marisco proveniente de Ecuador.

China continúa con su estricto control de entradas y salidas del país, tanto de pasajeros como de mercancías, con el fin de mantener la pandemia bajo control.

Según las cifras publicadas hoy por la Comisión Nacional de Sanidad, el número total de infectados activos en la China continental es de 424, de los cuales 8 se encuentran en estado grave.

Desde el inicio de la pandemia, las cifras chinas indican que han muerto por el virus 4.634 personas, entre los 86.245 infectados diagnosticados oficialmente en el país desde el inicio de la pandemia y de los que 81.187 han logrado sanar.