Era cuestión de tiempo y pasó en Portugal. Allí, en un circuito que se estrenó en la Fórmula 1, en un Gran Premio que regresó 24 años después, el británico Lewis Hamilton (Mercedes) hizo -otra vez- historia.
Al séxtuple campeón del mundo de Fórmula 1 solo le quedaba adelantar al alemán Michael Schumacher y dio cuenta de él en el Autódromo Internacional del Algarve, donde firmó su victoria 92, el récord de la categoría reina, que además le acerca a su séptimo título.
Hamilton superó los problemas que pasó en el eléctrico inicio de carrera, a la altura del cambiante circuito de Portimao, y amplió su ventaja sobre su compañero de equipo Valttery Bottas (segundo), al que dejó a más de 25 segundos. El campeonato lo tiene casi en el bolsillo.
En el día de Hamilton, el español Carlos Sainz tuvo su momento de gloria. Lideró cuatro vueltas la duodécima prueba del Mundial de Fórmula 1 a pesar de haber salido desde la séptima posición.
Sainz, dispuesto a aprovechar cada oportunidad para poder lucirse en su camino hacia Ferrari, acabó sexto por delante del mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez (Racing Point), que tuvo problemas al inicio y al final de la carrera y, entre medias, firmó una espectacular remontada.
La montaña rusa de Portimao tuvo unos primeros metros de vértigo. Valtteri Bottas, segundo en la parrilla, cedió una posición con Max Verstappen (Red Bull), pero la recuperó casi de inmediato, y el holandés tuvo un toque con ‘Checo’ Pérez, que trompeó y se puso a cola del grupo.
A las primeras posiciones, con algunas gotas de lluvia en el circuito, se asomó, en el terremoto inicial, el Alfa Romeo de Raikkonen, que partía de la decimosexta plaza.
Bottas se recuperó en segundos, adelantó también a Hamilton y se situó al frente de la carrera, pero en la segunda vuelta Carlos Sainz superó a los dos Mercedes.
El de McLaren miró al resto por el retrovisor hasta el sexto giro, cuando empezó a perder posiciones una vez que los neumáticos medios de Bottas y Hamilton cogieron temperatura.
La carrera, que los equipos afrontaban con la estrategia de ir a una parada, regresó a la normalidad, ya con Mercedes al frente. A pesar de que se preveían pocos adelantamientos por la dificultad que entrañaba el trazado de Portimao, en la práctica fueron una constante.
Como en los entrenamientos, algunos pilotos recibieron advertencias y también sanciones por superar los límites de la pista. A Stroll le costó cinco segundos que se sumaron a otro castigo idéntico por intentar un exterior en la curva uno, a la desesperada, para intentar pasar a Lando Norris (McLaren), movimiento en el que, además, sufrió daños en el alerón. Finalmente, se retiró tras 54 giros.
Hamilton encimó a Bottas en la vuelta 19 y le pasó en la recta de meta, en la que el finlandés se fue a la parte sucia y facilitó la maniobra a su compañero de equipo.
Por detrás, Checo Pérez recuperó, poco a poco, posiciones tras el incidente de la primera vuelta y Sainz cogió el pit lane en el vigésimo séptimo giro para volver con compuesto medio, en la decimocuarta plaza y con tráfico en pista.
El monegasco Charles Leclerc (Ferrari) confirmó, con su cuarto puesto, que las mejoras de la marca italiana han surtido efecto, mientras que el ganador del Gran Premio de Italia, el francés Pierre Gasly (Alpha Tauri) estiró los blandos como el que más y no paró hasta la vuelta 29, cuando iba cuarto.
Con los Mercedes doblando pilotos, Sainz mantuvo duelos bonitos, especialmente uno con Raikonnen y, en posiciones más avanzadas, Checo se puso quinto a costa del francés Esteban Ocon (Renault), el último en cambiar neumáticos (vuelta 55).
La escudería alemana optó por la lógica conservadora por la ventaja que tenían. Primero entró a boxes Hamilton (vuelta 41) y, acto seguido, Bottas, que dobló a Sainz y no a Gasly antes de su parada. Eso perjudicó al español.
Con blandos, Ocón intentó ir a por Sainz y este, a su vez, a por Gasly. Entonces empezaron los problemas de Pérez. El tapatío se defendió con agresividad ante el francés y fue investigado por dirección de carrera. Irremediablemente, perdió la posición en la pista ante los ataques del Alpha Tauri, y Sainz también le rebasó en la última vuelta para relegarle a la séptima plaza.
El alemán Sebastian Vettel, lejos de su compañero de equipo, al menos acabó en los puntos (décimo), algo que no logró el tailandés Alex Albon en la semana en la que su jefe, Christian Horner, le metió presión para ganarse la plaza para la próxima temporada.
La siguiente carrera será dentro de siete días en el Autódromo Enzo y Dino Ferrari en Imola (Italia) con el GP de la Emilia-Romaña en juego.