Al cierre del año, el servicio del transporte público Acabús continúa siendo deficiente, pese al incremento en la tarifa, que pasó de 11 a 13 pesos por persona en octubre pasado. La mayoría de las unidades carece de aire acondicionado y muchas presentan un visible deterioro.
Largas esperas y unidades saturadas
Debido a la escasa frecuencia en las principales rutas, los usuarios enfrentan largos periodos de espera para abordar un camión, que en la mayoría de los casos circula completamente lleno, especialmente en el trayecto de la central de transferencias al centro, uno de los recorridos más demandados del sistema.
El lunes, alrededor de las 11:30 horas, un grupo de usuarias esperó aproximadamente 30 minutos en la estación Las Anclas para subir a una unidad con destino a la central de transferencias, sobre el bulevar Vicente Guerrero.
Cuando finalmente arribó el autobús, apenas pudieron abordar, ya que circulaba al máximo de su capacidad, con entre 80 y 90 personas sentadas y la mayoría de pie, apiñadas y con riesgo de lesiones por la forma abrupta en que se abren las puertas en cada estación.
Usuarios de la unidad habitacional El Coloso también reportaron retrasos excesivos en la salida de autobuses, mientras que en la ruta Transferencias–Farallón los pasajeros viajan de manera habitual amontonados.
Un sistema que se deterioró con el tiempo
El Sistema Integral de Transporte (SIT) Acabús inició operaciones en junio de 2016 con 135 nuevas unidades, luego de un proceso de adquisición de concesiones del antiguo sistema Maxitúnel, así como la construcción de paraderos especiales para garantizar un servicio ágil y constante.
El proyecto original contemplaba:
- Cinco rutas troncales
- Doce rutas alimentadoras
Sin embargo, con el paso de los años, las unidades se deterioraron por falta de mantenimiento, muchas no fueron repuestas y comenzaron a fallar las tarjetas de recarga, lo que generó molestias entre usuarios que perdieron su saldo.
A ello se sumaron protestas de trabajadores y guardias de seguridad por falta de pago, lo que ocasionó paros y cierres de estaciones durante el año, afectando de manera directa el funcionamiento de las rutas alimentadoras, algunas de las cuales operaron de forma irregular o suspendieron el servicio.
Problemas para obtener y recargar tarjetas
La adquisición de una tarjeta Acabús se ha convertido en un calvario para los usuarios, debido a que existen muy pocos puntos de venta, y la recarga resulta prácticamente inviable ante la escasez de módulos, disponibles sólo en contadas estaciones.
Además, algunas rutas desaparecieron sin previo aviso, como Base–Cine Río–Oviedo, lo que ha profundizado la percepción de un servicio deficiente, muy lejos de las promesas realizadas por las autoridades en 2016.
Menos unidades en operación
De acuerdo con trabajadores del sistema, para abril de 2023 el Acabús operaba con 90 autobuses, mientras que actualmente son menos de 75. La operación diaria se realiza con alrededor de 50 camiones, ya que el resto se encuentra en reparación o como reserva.
Críticas desde el Congreso local
Al presentar un punto de acuerdo en octubre pasado para exhortar a la dirección general del organismo público descentralizado Acabús a rendir un informe técnico y financiero, el diputado de Morena, Marco Tulio Sánchez Alarcón, recordó que el sistema nació como una esperanza para la movilidad en el puerto.
“El inicio del Acabús representó una esperanza, al contar con estaciones modernas, pagos con tarjeta, rutas alimentadoras, unidades articuladas y aire acondicionado”, señaló el legislador.
Actualmente, añadió, automovilistas y taxistas no respetan el carril confinado, las unidades lucen descuidadas y circulan sobrecargadas, incluso en días festivos y horas pico.
El diputado recordó que el sistema es utilizado por alrededor de 60 mil pasajeros diarios, cuando la proyección inicial era transportar a 100 mil personas cada día.
Tras la solicitud presentada en tribuna, se informó que el concesionario adquirirá 20 nuevas unidades a inicios del próximo año.
Mientras tanto, los usuarios continúan padeciendo la falta de un transporte público económico, eficiente y digno.



