Miles de personas se reunieron en la Plaza del Pesebre, en Belén, durante la víspera de Navidad, en un ambiente de música, familias y decoraciones que devolvió el espíritu festivo a la ciudad tras dos años de celebraciones canceladas o discretas por la guerra.
El árbol de Navidad, ausente durante el conflicto entre Israel y la franja de Gaza gobernada por Hamas, volvió a erigirse este miércoles y encabezó un desfile de cientos de scouts que recorrieron las calles interpretando villancicos con gaitas.
After the official Christmas celebrations were suspended in 2023 and 2024 due to the war on Gaza and its impact on the security and economic situation, Bethlehem returned this year to marking Christmas in a relatively customary manner.
— Giggly Georgy 🇮🇩 in 🇦🇺 (@DakotaGeorgy) December 24, 2025
Source @MiddleEastEye pic.twitter.com/EBrxjp8RDz
Regresan las celebraciones públicas
Belén, donde los cristianos creen que nació Jesús, había suspendido las celebraciones navideñas durante los últimos dos años y redujo al mínimo las decoraciones y eventos públicos.
Este año, el cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, dio inicio a las festividades con la tradicional procesión de Jerusalén a Belén, en la que llamó a vivir “una Navidad llena de luz”.
“Después de dos años de oscuridad, necesitamos luz”, expresó al cruzar el muro de separación entre Jerusalén y Belén.
Al llegar a la plaza, el cardenal transmitió saludos de la comunidad cristiana de Gaza, donde celebró misa el domingo, y destacó que, pese a la devastación, percibió un deseo de reconstrucción.
“Nosotros, todos juntos, decidimos ser la luz, y la luz de Belén es la luz del mundo”, dijo ante miles de personas cristianas y musulmanas.
Turismo golpeado y señales de esperanza
Pese al ambiente festivo, el impacto económico de la guerra sigue siendo severo en Belén, donde 80 por ciento de los habitantes dependen del turismo, de acuerdo con autoridades locales. La mayoría de los asistentes a las celebraciones fueron residentes, con pocos visitantes extranjeros.
Algunos habitantes señalaron que el turismo interno comienza a regresar lentamente, lo que genera esperanza de una reactivación gradual.
“Hoy es un día de alegría, un día de esperanza, el comienzo del regreso a la vida normal aquí”, dijo Georgette Jackaman, guía turística que no ha trabajado en más de dos años.
Ella y su esposo, también guía turístico, señalaron que esta fue la primera Navidad celebrada plenamente para sus dos hijos pequeños. Durante la guerra, impulsaron un sitio web para vender artesanías palestinas y apoyar a familias sin ingresos.
Aumento del desempleo y migración
La Navidad y las peregrinaciones religiosas han sido históricamente el principal motor económico de Belén. Sin embargo, durante la guerra en Gaza, el desempleo aumentó de 14 a 65 por ciento, informó el alcalde Maher Nicola Canawati.
Además, alrededor de cuatro mil personas han abandonado la ciudad en busca de trabajo, lo que profundiza una tendencia preocupante para la comunidad cristiana.
Los cristianos representan menos del 2 por ciento de los casi tres millones de habitantes de Cisjordania, una población que ha disminuido de forma constante en Medio Oriente debido a conflictos y violencia.
Tensión persistente en Cisjordania
A pesar del alto el fuego iniciado en octubre, las tensiones continúan en Cisjordania. El ejército israelí mantiene redadas frecuentes, mientras que los ataques de colonos israelíes contra palestinos alcanzaron su nivel más alto desde que la ONU comenzó a documentarlos en 2006.
El presidente palestino Mahmoud Abbas tenía previsto asistir a la misa de medianoche por primera vez en dos años.
Viajar sigue siendo complicado para muchos palestinos. Irene Kirmiz, residente de Ramallah, relató que su familia tardó más de tres horas en pasar los puestos de control israelíes para asistir al desfile de scouts.
“Es muy emotivo ver a la gente tratando de recuperarse, tratando de celebrar la paz y el amor”, dijo.
Navidad entre la esperanza y la memoria del conflicto
El Ministerio de Turismo de Israel estima que 130 mil turistas visitarán el país a finales de diciembre, incluidos 40 mil cristianos, una cifra aún lejana a la registrada antes de la pandemia y los conflictos.
En años recientes, líderes religiosos habían pedido reducir celebraciones y enfocarse en la oración por la paz. Incluso, la Plaza del Pesebre llegó a sustituir el árbol navideño por un nacimiento rodeado de escombros y alambre de púas, en alusión a la situación en Gaza.
Este miércoles, sin embargo, Belén volvió a celebrar, entre la memoria del dolor y la esperanza de una paz duradera.




