La empresa aeroespacial SpaceX, propiedad del empresario Elon Musk, confirmó la pérdida de control de uno de sus satélites Starlink, luego de que se registrara una falla mientras operaba en órbita terrestre baja.
El aparato, diseñado para proporcionar servicio de internet desde el espacio, sufrió una anomalía el miércoles pasado que derivó en su fragmentación parcial.
Satélite giró sin control y reingresará a la atmósfera
De acuerdo con un comunicado de la compañía, el satélite comenzó a girar sin control y se prevé que reingrese a la atmósfera terrestre en las próximas semanas, donde se desintegrará por completo.
“La anomalía provocó la liberación del tanque de propulsión, una rápida disminución del semieje mayor de unos cuatro kilómetros y la expulsión de una pequeña cantidad de objetos rastreables con baja velocidad relativa”, informó SpaceX.
On December 17, Starlink experienced an anomaly on satellite 35956, resulting in loss of communications with the vehicle at 418 km. The anomaly led to venting of the propulsion tank, a rapid decay in semi-major axis by about 4 km, and the release of a small number of trackable…
— Starlink (@Starlink) December 18, 2025
Aunque la nave permanece mayormente intacta, actualmente se encuentra en rotación constante.
Sin riesgo para la EEI
SpaceX precisó que la trayectoria del satélite se localiza por debajo de la Estación Espacial Internacional (EEI), por lo que no representa un riesgo para la tripulación del laboratorio orbital.
La empresa señaló que trabaja en coordinación con la NASA y la Fuerza Espacial de Estados Unidos para monitorear el comportamiento del objeto.
Starlink y la saturación de la órbita baja
El satélite afectado forma parte de la megaconstelación Starlink, integrada por más de 10 mil satélites lanzados desde 2019, de los cuales alrededor de 8 mil 600 continúan activos.
El incidente ocurre días después de que otro satélite Starlink estuviera cerca de colisionar con un aparato de un competidor chino, tras pasar ambos a una distancia aproximada de 200 metros.
Estos episodios han generado preocupación entre especialistas del sector aeroespacial, quienes advierten que el riesgo de colisiones aumentará conforme crezca la saturación de la órbita terrestre baja.
Llamado a mayor coordinación internacional
Si bien los satélites Starlink cuentan con propulsores para maniobrar y evitar impactos, estas acciones requieren una coordinación efectiva entre operadores espaciales.
“La mayor parte del riesgo en las operaciones espaciales proviene de la falta de coordinación entre los operadores de satélites, y eso debe cambiar”, afirmó Michael Nicholls, vicepresidente de ingeniería de Starlink en SpaceX.
Desde China, el proveedor de lanzamientos CAS Space también exhortó a fortalecer la colaboración entre agencias espaciales y empresas privadas para evitar incidentes mayores.
Riesgo del síndrome de Kessler
Expertos alertan que una posible colisión podría detonar el síndrome de Kessler, fenómeno en el que los fragmentos de satélites generan choques en cadena, formando una nube de desechos que dificulta o incluso impide el acceso al espacio.
Mientras tanto, SpaceX informó que continúa el seguimiento del satélite averiado y trabaja para identificar la causa de la falla.
“Tomamos este tipo de incidentes con absoluta seriedad. Nuestros ingenieros avanzan con rapidez en la identificación del origen de la anomalía y en la aplicación de medidas de mitigación”, aseguró la empresa, al reiterar su compromiso con la seguridad espacial.


