Ante la asignación del Premio Nobel de la Paz a la opositora venezolana María Corina Machado, la presidenta Claudia Sheinbaum señaló que, si bien es importante impulsar la participación de las mujeres, existen otras consideraciones además del género, particularmente las de carácter político y de visión.
En conferencia de prensa matutina en Palacio Nacional, explicó que decidió no emitir mayores comentarios sobre el reconocimiento porque su gobierno se apega estrictamente a la Constitución en materia de política exterior, especialmente a los principios de autodeterminación de los pueblos y no intervención.
“Estoy de acuerdo en que las mujeres avancemos, pero también hay otras consideraciones… hay diferencias políticas, de visión, pero éramos dos mujeres”, expresó al referirse a procesos electorales previos.
'No todo es género': Sheinbaum habla del Nobel de la Paz a Machado https://t.co/IrVwNYG5qk pic.twitter.com/pE3Z1zGudD
— Aristegui Noticias (@AristeguiOnline) December 19, 2025
Género y decisiones políticas
Sheinbaum ilustró su postura con ejemplos de elecciones pasadas en México. Recordó que en 2012, cuando Josefina Vázquez Mota fue candidata presidencial por el PAN, ella decidió votar por Andrés Manuel López Obrador.
“¿Debería de haber votado por una mujer?, pues no. Claro que qué bueno que haya mujeres en más espacios, y siempre vamos a impulsarlo, pero hay otras consideraciones también”, afirmó.
Asimismo, mencionó que cuando Rosario Ibarra de Piedra fue candidata, optó por votar por Cuauhtémoc Cárdenas, nuevamente por razones políticas.
“Entonces, no todo es género, también hay consideraciones. Por eso dije que tampoco quiero entrar en mucho debate, por eso dije: sin comentarios”.
Principios constitucionales de política exterior
Durante su intervención, la mandataria solicitó que se proyectara el artículo 89 de la Constitución, que establece las atribuciones del Ejecutivo federal en política exterior.
Sheinbaum subrayó que México se rige por principios como la autodeterminación de los pueblos, la no intervención, la solución pacífica de controversias, la igualdad jurídica de los Estados y el respeto a los derechos humanos.
“Eso quiere decir que cada pueblo decide cómo se gobierna… todas las naciones somos iguales, aunque sea un país chiquito o grandote”, enfatizó, al reiterar que estos lineamientos guían la postura internacional de su gobierno.


