El gobierno del presidente Donald Trump ha postergado indefinidamente la decisión de otorgar protecciones federales a la mariposa monarca, pese a años de advertencias de grupos conservacionistas sobre la disminución acelerada de sus poblaciones en Norteamérica.
Durante los últimos días del mandato del entonces presidente Joe Biden, en diciembre de 2024, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos anunció su intención de incluir a la mariposa monarca en la lista de especies amenazadas antes de que concluyera 2025, al calificarla como un insecto “icónico” y “apreciado en toda América del Norte”.
Cambio de estatus bajo la administración Trump
No obstante, la administración Trump reclasificó discretamente el proceso como una “acción a largo plazo”, según un informe de septiembre de la Oficina de Administración y Presupuesto sobre el estado de las iniciativas regulatorias federales. Esta designación implica que la decisión no se tomará dentro del actual año fiscal, que inició en septiembre, aunque no bloquea formalmente el proceso.
En un correo electrónico enviado a The Associated Press, un portavoz de la agencia señaló:
“La administración mantiene su compromiso con un enfoque regulatorio transparente, predecible y basado en datos científicos sólidos. Cualquier inclusión en la lista debe cumplir con el requisito legal de la Ley de Especies en Peligro de Extinción de que las determinaciones se basen en la mejor información científica y comercial disponible”.
El funcionario añadió que el gobierno sigue priorizando la conservación voluntaria y local como una herramienta para proteger a las especies sin recurrir a regulaciones federales adicionales.
Antecedentes y presión legal
La agencia no respondió de inmediato a solicitudes de seguimiento sobre los motivos específicos del retraso. Cabe recordar que el primer gobierno de Trump declaró a la monarca como especie candidata en diciembre de 2020.
Desde su regreso al poder, la administración ha impulsado políticas para priorizar la producción de petróleo y gas, además de revertir regulaciones ambientales. En noviembre pasado, decidió eliminar protecciones generales para especies amenazadas, obligando a desarrollar normas específicas para cada caso, un proceso que puede prolongarse por años.
El Centro para la Diversidad Biológica y otros grupos comenzaron a solicitar protección federal para la monarca en 2014. En 2022, el centro presentó una demanda para obligar al Servicio de Pesca y Vida Silvestre a emitir una decisión.
“Un limbo burocrático”
Tierra Curry, codirectora del programa de especies en peligro del centro, afirmó que el retraso no es inesperado y recordó que la inclusión de una especie en la lista puede tardar más de una década.
“Es absolutamente decepcionante porque las monarcas necesitan toda la ayuda que puedan conseguir”, declaró.
Curry señaló que la designación como acción a largo plazo no cancela la posibilidad de protección, pero deja a la especie en un “limbo burocrático”.
Riesgo de extinción
Las mariposas monarca, reconocidas por sus alas anaranjadas y negras, habitan en gran parte de Norteamérica. Sin embargo, expertos y ambientalistas advierten que el cambio climático y el desarrollo rural están acelerando su declive.
Según estimaciones del Servicio de Pesca y Vida Silvestre, las monarcas al este de las Montañas Rocosas enfrentan una probabilidad de extinción de entre 57 y 74 por ciento para 2080, mientras que las poblaciones al oeste de las Rocosas podrían desaparecer con una probabilidad del 95 por ciento para ese mismo año.
La propuesta de inclusión en la lista prohibiría, en términos generales, matar o transportar mariposas monarca. Aunque agricultores y particulares podrían seguir retirando algodoncillo —planta clave para las orugas— de jardines y campos, se prohibirían modificaciones que vuelvan el terreno permanentemente inutilizable para la especie.



