Este fin de semana fue inaugurada en la Huasteca hidalguense la primera oficina de la Defensoría Pública Federal especializada en atender a pueblos indígenas y afroamexicanos. El acto estuvo encabezado por el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Hugo Aguilar Ortiz, junto con integrantes del Órgano de Administración Judicial (OAJ).
Aguilar Ortiz destacó el carácter histórico del momento, al recordar que, durante mucho tiempo, los pueblos originarios carecieron incluso de reconocimiento jurídico.
“Ni siquiera teníamos calidad jurídica, hasta la reforma del 30 de septiembre de 2024”, señaló.
Justicia incluyente en Huejutla
La nueva sede, ubicada en Huejutla, representa —según el presidente del PJF— un cambio de perspectiva dentro del Poder Judicial al abrir “un nuevo frente” para convertirse en verdaderos defensores del pueblo. Esta oficina atenderá principalmente a comunidades indígenas y afromexicanas de la Sierra y la Huasteca de Hidalgo.
Catalina Ramírez Hernández, integrante del OAJ, explicó que el espacio brindará servicios de defensa, traducción, acompañamiento cultural y asesoría integral.
“No es solo una oficina, es un puente entre el Estado y la población”, afirmó.
Servicios centrados en la comunidad
El titular del Instituto Federal de Defensoría Pública, Benjamín Rubio Chávez, resaltó que la justicia debe ser oportuna y culturalmente accesible.
“La justicia tardía no es justicia”, expresó. “Esta es su casa… Estamos para servirles”.
La apertura de esta oficina marca el inicio de una política de atención especializada que busca garantizar el acceso efectivo a la justicia para las comunidades históricamente excluidas.



