Dos movilizaciones —la Marcha de la Generación Z y la Marcha del Sombrero— confluyeron este sábado en el Zócalo de la Ciudad de México. Aunque ambas iniciaron de forma pacífica desde el Ángel de la Independencia, los actos de violencia comenzaron cuando algunos grupos intentaron derribar las vallas que protegen Palacio Nacional, ocasionando enfrentamientos con policías.
Dos marchas, una ruta común
Aunque convocadas por separado, las marchas compartieron ruta, horario y algunas consignas, como el rechazo a Morena y la reivindicación de Carlos Manzo, el alcalde de Uruapan asesinado recientemente.
- “Carlos no murió, el gobierno lo mató”
- “Fuera Morena”
- “Carlos Manzo, héroe de México”
La Marcha del Sombrero encabezó la movilización, seguida por contingentes de jóvenes de la Generación Z, muchos de ellos portando pañuelos y banderas con la calavera sonriente, símbolo tomado del anime One Piece.
Entre los asistentes destacaron personajes como Emilio Álvarez Icaza y Guadalupe Acosta Naranjo.
Escalada de tensión en el Zócalo
Al llegar a la Plaza de la Constitución:
- Grupos de encapuchados comenzaron a golpear las vallas con martillos, esmeriles y otros objetos.
- Los policías respondieron lanzando gas lacrimógeno, polvo de extintor y pequeños artefactos en llamas desde el interior del Palacio Nacional.
- Manifestantes lograron abrir una rendija en una de las vallas y derribar al menos tres placas metálicas, lo que intensificó el enfrentamiento.
“No me representas”, gritaban algunos manifestantes que rechazaban los actos violentos.
Algunos grupos llamaban a mantener la protesta pacífica, mientras otros insistían en derribar las barreras.
Confrontaciones y denuncias
- El ambiente se volvió caótico entre golpes, gases y detonaciones.
- Se reportaron enfrentamientos cuerpo a cuerpo y el uso de cortadoras eléctricas para romper las vallas.
- Policías antimotines formaron un nuevo muro tras la caída de las barreras.
- Se acusó a elementos de seguridad de agresiones y robo de teléfonos celulares.
- Algunos manifestantes denunciaron también abusos de autoridad durante la disolución.
A pesar de los hechos violentos, la mayoría de los participantes de ambas marchas se mantuvo al margen y se replegó por momentos. La situación se calmó gradualmente después de más de una hora de tensión.



